Villacarmelo es el cuarto corregimiento más grande de Cali y el menos poblado

Cuenta la historia que el corregimiento de Villacarmelo se llamaba anteriormente Mateguadua y que los primeros colonos llegaron entre 1910 y 1918. Su nombre actual, nació en honor a la virgen del Carmen, la fiesta más representativa de este territorio que comenzó a celebrarse en 1938.

Carlos Augusto Castaño es presidente de la Asociación Comunitaria Cuenca Meléndez Vive y miembro del comité coordinador del Mercado de la Montaña, contó con cierto misticismo que “este corregimiento como asentamiento humano tiene un poco más de 100 años, cuando los primeros habitantes llegaron a colonizar esta zona y se encontraron con un ecosistema milenario y con razas de gigantes majestuosos que habitaban, pero que luego se fueron por causa de la desconexión humana que los convirtió en madera y la vendió. Es decir que Villacarmelo fue primero habitado por gigantes, luego por humanos y ahora está en un proceso de transición donde estamos aprendiendo a respetar la naturaleza”.

Villacarmelo queda a tan solo siete kilómetros del casco urbano de Cali y está ubicado a 2.800 metros sobre el nivel del mar, en una zona del Parque Nacional Natural Farallones y la reserva forestal del río Meléndez, lo que lo privilegia con un clima fresco, biodiverso y rodeado de hermosos paisajes.

El corregimiento está inmerso en una reserva natural contigua al costado oriental del Parque Nacional Natural Farallones, que cuenta con una amplia zona de bosque andino húmedo y alberga diversidad de aves autóctonas como el pájaro péndulo, el mochuelo de los andes, el cucarachero, entre otros.

23 cascadas lo hacen un territorio fértil y propicio para la agricultura. Así nació el mercado de la montaña, una actividad integradora que los primeros sábados de cada mes, promueve los cultivos de la zona y comercializa sus productos.

“Esta zona es privilegiada por su gran ecosistema lo que hace que el corregimiento tenga un gran potencial ecoturístico para que las personas vengan a disfrutar del clima, el río Meléndez, las cascadas y los paisajes en general. Sin embargo, es importante ejercer un control de estas visitas, porque contaminan los recursos naturales con basuras y desechos de todo tipo, por eso hay que implementar un programa de sensibilización que promueva el buen comportamiento”, recomendó Jhon Galvis Calderón, guardabosque voluntario de Villacarmelo desde hace 14 años.

La presidenta de la Junta de Acción Comunal y Juez de Paz de Villacarmelo, Marina Torres, dice que está en este corregimiento hace casi 60 años y afirmó que “Mi padre fue el primer transportador que tuvo esta zona en 1965, entonces fui criada en medio de montañas, ríos y naturaleza. Por eso sigo aquí, porque la tranquilidad que se respira en este sector rural no se consigue en la ciudad”.

Villacarmelo es el cuarto corregimiento más grande en extensión de Cali y el menos poblado, con un gran potencial agroturístico, climático y ambiental. Cuidar los recursos naturales como Guardianes de vida de este territorio que pertenece a un área de conservación, es tarea de todos.