26 de enero: Día Mundial de la Educación Ambiental

Desde hace 51 años, cada 26 de enero se celebra el Día Mundial de la Educación Ambiental a fin de resaltar el papel protagónico de la pedagogía para generar conciencia sobre el impacto de los seres humanos en su entorno y la necesidad de implementar prácticas cotidianas en los diversos contextos familiares, académicos, laborales y sociales que favorezcan la conservación de nuestra casa común.

“No heredamos la Tierra de nuestros ancestros, la tomamos prestada de nuestros hijos” dicta un proverbio nativo americano que evidencia la responsabilidad colectiva frente a la sostenibilidad lo que implica promover agendas globales que lideren acciones concretas para aportar a problemáticas universales que posibiliten a su vez la implementación de un modelo donde las necesidades de la generación presente no comprometan la capacidad de las generaciones futuras.

Teniendo en cuenta estas premisas, la Secretaría de Educación de Cali trabaja desde diferentes escenarios el aprendizaje sobre la importancia de la preservación del medio ambiente liderando estrategias orientados al desarrollo sostenible:

1. Desde los Proyectos Pedagógicos Transversales, PPT, que posibilitan la integración de estrategias de planificación e intervención de orden intersectorial se adelantan acciones interinstitucionales orientadas a la implementación del Sistema de Gestión Integral de Residuos Sólidos, Sgirs, en instituciones educativas públicas y privadas, como herramienta que posibilita el fortalecimiento de los Planes de Gestión Integral de Residuos Sólidos, Pgirs, en las instituciones educativas.
    
2. La Sabia Huerta es una estrategia educativa que se plantea mediante el fortalecimiento y creación de Huertas Agroecológicas Escolares en las Instituciones Educativas Oficiales, IEO, que busca promover la participación de los diferentes actores de las comunidades educativas previo reconocimiento y valoración del estado de las huertas o de proyectos ambientales en las sedes educativas, para posteriormente proponer un plan de acción según las necesidades y condiciones propias de cada una.
    
3. Desde el eje ambiental del Programa de Alimentación Escolar, PAE, se llevan a cabo jornadas de capacitación a las manipuladoras de alimentos que preparan y sirven los complementos alimentarios a los estudiantes del sistema oficial, sobre separación en la fuente de los residuos orgánicos e inorgánicos en las cocinas escolares.
    
4. Socializar el código de colores para almacenar residuos en los puntos ecológicos con canecas: verde (para residuos orgánicos aprovechables), blanca (para residuos aprovechables como plástico, latas, vidrio y metales) y negra (para residuos no aprovechables como servilletas y papeles contaminados de comida) es otra de las tareas que se suman a la labor del PAE a fin de contribuir en la configuración de una economía circular que genera beneficios sociales y ambientales en términos de oportunidades de empleo, mejor uso de los rellenos sanitarios y disminución de la contaminación.
    
5. La elaboración de composteras caseras que sirvan como abono orgánico en los cultivos de las escuelas y los hogares de los estudiantes también hace parte de las apuestas educativas para incentivar y acompañar iniciativas a favor del medio ambiente.

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El cambio climático, la pérdida de la biodiversidad, las inundaciones, el agotamiento de suministros de agua y las sequías son algunas de las consecuencias naturales y los retos que convocan a actuales y futuras generaciones a analizar detenidamente la relación entre las actividades diarias y el medio ambiente para tomar decisiones que propendan a reducir o mitigar el impacto en el entorno mediante una transformación de prácticas encaminadas hacia el cuidado de la vida.

Silvia Cristina Ortiz Burgos