Me leo, me escucho y me amo: garantía para un proceso de aprendizaje significativo

Una iniciativa que invita a los niños y niñas a leer sus emociones y a escribir sobre ellas se desarrolla en la Institución Educativa Oficial Carlos Holguín Mallarino, sedes Niño Jesús de Atocha y Miguel de Pombo.

Se trata del proyecto Me leo, me escucho y me amo, que tiene como objetivo fortalecer, de la mano con el desarrollo de las competencias socioemocionales, el proceso de lectura y escritura de los estudiantes del grado tercero que presentan dificultades en el desarrollo de las competencias comunicativas. Así se les garantiza un proceso de aprendizaje significativo en sus vidas.

La docente Sandra Arizabaleta, con el apoyo de las maestras de grado tercero y el Programa Todos a Aprender, Yasmín Mosquera, Ana Cecilia Balanta, Villiday Giraldo y Yessenia Pinillos buscan alternativas para que los estudiantes no experimenten sentimientos de angustia, estrés o presión, tanto a nivel personal, social y familiar por no lograr leer o escribir correctamente.

Para el desarrollo del proyecto se han involucrado diferentes mediadores pedagógicos como el arte. Por ejemplo, comenta la docente Sandra, para mejorar la concentración y atención se puede utilizar el baile; para fortalecer la motricidad gruesa se desarrollan diferentes actividades y se utilizan el juego y la lúdica para fortalecer la motricidad fina, tan importante en estos procesos de escritura.

También, asegura licenciada Arizabaleta: “a través de la literatura han podido integrar diferentes procesos de lectura como la lectura iconográfica. Los estudiantes han podido conocer características de la literatura de nuestro territorio y, a través de la exploración del medio han podido valorar y amar sus cuerpos”.

Además, la iniciativa involucra las familias para que se conecten con los procesos de aprendizaje desde “el vínculo afectivo con los padres que es muy importante para los procesos de lectura y escritura, y desde esta perspectiva entonces apostarle al desarrollo integral del ser humano”, añadió la profesora líder del proyecto.

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Maricela Cortés, madre de Jean Pierre Marín Cortés, de la sede Rafael Pombo, aseguró que desde que su hijo participa del proyecto ha aprendido a leer porque él estaba atrasado en este proceso. “Yo siento que él ha aprendido bastante en este programa. Él se siente muy contento, antes se sentía incómodo y se sentía mal porque no sabía leer. Hemos seguido los consejos que ustedes nos dieron y eso lo ha motivado”, indicó.

Jessica Ocampo, madre de David Alejandro Lenis Ocampo, comentó que ha visto mucha mejoría en el niño desde que está en el proyecto: “ha sido de gran ayuda para David Alejandro estar en el proyecto me leo, me escribo y me amo para su lectura, escritura y tiene ahora mayor agilidad en los dictados”.