Arrechón, tomaseca, viche, elíxires del Pacífico que entonan el Petronio

Arrechón, tomaseca, viche, elíxires del Pacífico que entonan el Petronio

El XIX Festival de Música del Pacifico Petronio Álvarez no es solo una experiencia en la que durante varios días se evidencian las  más diversas formas de expresión de tradiciones musicales.

Es, además, un espacio para  la integración de las comunidades del litoral con la gente de Cali y los visitantes quienes, atraídos por el sonido de las tamboras, llegan desde los más diversos lugares.

El Petronio  es una muestra de convivencia y de amistad, pero sobre todo, es una oportunidad para conocer las más diversas expresiones de la cultura afrodescendiente.

Durante la realización del evento hay otras actividades paralelas en las que se visibilizan diversos saberes de esta gran región.

Una de ellas es la gastronomía que incluye muestras de  las más diversos platos y una gran variedad de bebidas que cautivan a propios y visitantes y que ya son parte de este festival.

Son comidas y bebidas que se han venido perpetuando gracias a la tradición familiar; han viajado en el tiempo como legado de los mayores a las generaciones que les preceden.

No hay Petronio sin arrechón, un coctel espirituoso que según quienes lo promueven dicen que contiene borojó, leche condensada, especias como el clavo y la canela, miel de abejas y otros ingredientes secretos.

La alegría y el contento en el cuerpo durante el festival  tienen una afectuosa relación con la bebida.

Otra bebida muy apetecida por quienes noche a noche disfrutan del Petronio, es el viche, un licor que alegra y entusiasma. Este se obtiene del guarapo que se saca de la caña de azúcar, se deja fermentar por varias semanas para luego ser destilado y dejarlo listo para su consumo.

La toma seca, aseguran, es un elíxir medicinal. Cuentan  que en su elaboración se usan hierbas de aquellas que los culebreros pregonan como “las yerbas que curan, que matan, que emboban al cristiano”.

Quienes la recomiendan dicen que en los hombres hace  milagros de fertilidad y las mujeres la usan para luego del parto dejar limpia su matriz.

No se puede dejar de lado el famoso y de picaresco nombre: tumbacatre, una mezcla de varias pócimas y agregado de borojó y chontaduro más un bejuco del que ni siquiera mencionan su nombre, ya que es un secreto bien guardado.

Este explosivo coctel prepara al hombre para las más exigentes faenas de amor, según aseguran las venteras y algo de cierto tendrá porque es uno de los brebajes más vendidos durante el Festival.

Hay otros bebedizos que con solo nombrarlos uno se persigna e invoca al altísimo, porque ya se imagina el efecto que pueden tener. Entre otros el  Abre cucas, el Parapicha, y algunos más  que produce calor solo nombrarlos. Algunos de estos productos serán parte de la muestra gastronómica que en esta versión numero XIX del Festival Petronio Álvarez, estarán a disposición del público.

Estas bebidas unidas al movimiento rítmico de caderas,  una mirada picaresca, y al atractivo de risas blancas como cocos, más el ejercicio de inclusión multicultura y plurietnia, será el ambiente que del 10 al 16 de agosto se vivirá en Cali, como parte de este Festival que promueve, exalta y divulga uno de las muestras culturales más ricas, amplias y reconocidas,  de la región pacífica.

Comunicaciones, Secretaría de Cultura y Turismo / Manuel Tiberio Bermúdez
 


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Fecha de publicación 13/08/2015
Última modificación 13/08/2015

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