‘Fenómeno de La Niña’ se debilita, pero continuarán las precipitaciones

Pese a que el ‘Fenómeno de La Niña’ terminó, algunas de sus anomalías asociadas persisten y seguirán por tiempo indeterminado.

¿Qué le espera a Santiago de Cali en los próximos meses de cara a la temporada de lluvias?

Hay que ir por partes. Primero, es necesario aclarar que el comportamiento de las lluvias en los últimos 25 meses, excepto en febrero de 2023, se ha visto afectado por un aumento en los promedios históricos. Esto se le atribuye a la presencia del ‘Fenómeno de La Niña’, que desde 2020 hasta la fecha se ha presentado en dos ocasiones.

La primera temporada de lluvias se registra, históricamente, de abril a junio. Por eso el 2023 ha sido atípico, pues este año su comienzo fue en marzo, que normalmente es un mes de transición.

En este momento el ‘Fenómeno de la Niña’ terminó y, a pesar de ello, algunas de sus anomalías asociadas persisten y seguirán por un tiempo indeterminado. Así se explicó en el pasado Consejo Municipal de Gestión del Riesgo de Desastres-CMGRD, celebrado el 14 de marzo.

En dicho escenario, citando datos de la National Oceanic and Atmospheric Administration, se dijo que “los vientos del Este, en los niveles bajos, continúan sobre el Océano Pacífico central; las anomalías en los vientos del Oeste, en los niveles altos, fueron evidentes sobre la mayoría del Pacífico”.

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“Tendremos precipitaciones que superarán los 120 milímetros, que es un número muy importante de agua. Por eso y como primeros respondientes, invitamos a los ciudadanos a que barran para adentro; los escombros que producen las obras de remodelación se deben disponer de manera adecuada. Por lo menos el 50% de la inundación se produce por la mala disposición de escombros”, advirtió Rodrigo Zamorano, secretario de Gestión del Riesgo de Emergencias y Desastres de Cali.

Las autoridades hidrológicas han advertido que de aquí al mes de junio, se espera que las lluvias se comporten de acuerdo con la historia promedio. “De todas maneras son altas en cantidad e intensidad, con su pico máximo en los meses de abril y mayo. Esta temporada de más lluvias corresponde a marzo, abril y mayo y en este último mes empezaríamos a entrar en un proceso de transición hacia una temporada seca”, explicó el Secretario.

La temporada de más lluvias trae consigo amenazas como crecientes súbitas, derrumbes y deslizamientos de tierra, afectación por descargas eléctricas, ventiscas, inundaciones y otro tipo de situaciones que, posiblemente, se potencien por la humedad acumulada que generan las precipitaciones.

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