Ecoparque de las Garzas, un mundo abierto para grandes y chicos

Ecoparque de las Garzas, un mundo abierto para grandes y chicos


En el marco de la conmemoración del mes de los humedales, despierta el alba con los trinos de las aves que anuncian un nuevo día. Aromas, sonidos y texturas comunican a la naturaleza con nosotros y hacen el llamado a proteger los ecosistemas, para garantizar la conservación de las fuentes hídricas, la fauna y la flora, indispensables en la supervivencia de los seres vivos.

Uno de esos escenarios, alimentado por las aguas de nuestro río Pance, es el Ecoparque Lago de las Garzas, ubicado en la carrera 127 #16A-100, en Ciudad Jardín. Cuenta con una extensión de 1644 metros cuadrados y hace parte de los 61 humedales del Distrito. Dispone de una infraestructura idónea para la recepción de las familias que buscan un entorno diferente, ofreciendo actividades pedagógicas, culturales y lúdicas para la protección del medio ambiente.

Como parte de la programación de la celebración mundial de los humedales, un grupo de personas se alistan para iniciar el recorrido ecológico por los senderos del lugar. Alejandra Zamorano, guía ambiental del ecoparque, hace el llamado para un tiempo de esparcimiento que promete ser muy diferente a navegar en la era digital. Se trata de experiencias vivas, donde la falta de cobertura satelital de sus dispositivos móviles no representará frustración.

Con gran expectativa, jóvenes y adultos disfrutan del paisaje, el gran espejo de agua, los árboles gigantes, entre otros. Muchos toman nota de las explicaciones técnicas de la educadora ambiental y se sorprenden con la aparición de una iguana gigante, que en medio de la algarabía se detiene y posa exhibiendo sus colores tridimensionales para ser admirada mientras suenan los obturadores de las cámaras.

El recorrido enseña que esta isla verde, bañada por el humedal, es el hábitat ideal para más de 100 especies de aves, reptiles, mariposas, orquídeas, plantas medicinales, insectos y más. También detalla que es visitada constantemente por avistadores de aves, quienes a medida que avanzamos nos miran demandando silencio para no espantar a las musas de su inspiración.

Cada tramo es un reconocimiento de árboles, como la ceiba pentandra que agranda hacia los lados tomando su espacio; el mangle de agua dulce; la guadua; el árbol frutal de origen brasilero llamado jaboticaba, cuya fruta es usada para la elaboración de mermeladas y vinos. Asimismo, salen al paso ardillas traviesas que se asoman tímidas entre las altas ramas; zarigüeyas escondidas detrás de troncos secos; guatines que corren asustados ante el intempestivo ruido que hace el grupo; aves como el bien parado en el copo de un árbol o el cormorán recibiendo el sol con sus alas extendidas; las iguazas o el águila cazadora dando un gran espectáculo sobre el lago que congrega diversidad de peces como tilapia negra, corronchos y bocachicos, moluscos, tortugas, patos, numerosas especies de garzas, pellares y plantas. El ecoparque, uno de los pulmones de nuestra amada Cali y espacio de integración con la naturaleza, hoy vuelve a ser protagonista de nuevas historias que narrar y otros lugares hermosos para recomendar.

Entre risas, comentarios, intercambio de fotos y gran admiración por su ecosistema, el grupo vuelve al muelle diseñado para la observación de aves y peces, donde la iguana anfitriona sigue moviéndose entre las ramas para ser captada por los fotógrafos que buscan su mejor imagen.

El Ecoparque de las Garzas es un sitio referente en Cali en materia de bioconservación, pero también el escenario perfecto donde las familias pueden tener un esparcimiento distinto, con salud mental y física. La posibilidad de llegar a un sitio que da tranquilidad, hace que los visitantes sean parte de estos ecosistemas y aprendamos a depender de ellos y a cuidarlos.



Paula Andrea Vega


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Fecha de publicación 03/02/2021
Última modificación 03/02/2021

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