Cali rural y urbana, unidas por Festival de Música del Campo 2019

Cali rural y urbana, unidas por Festival de Música del Campo 2019


Toda una fiesta de inclusión e integración se vivió en el Teatro al aire libre Los Cristales la tarde del domingo, cuando músicos campesinos y sus familias desde antes de las 2:00 de la tarde fueron llenando sus graderías para participar de la gran final del Festival de Música del Campo 2019, evento organizado por la Alcaldía de Santiago de Cali a través de la Secretaría de Cultura, en alianza con Funmúsica.

Mientras la agrupación invitada: Velo de Oza, hacía sus pruebas de sonido, se evidenciaba la presencia de habitantes tanto del sector rural de Cali, ataviados con sus tradicionales sombreros y ruanas, en el caso de los hombres; y coloridas faldas y blusas de flores para las mujeres, con su vestuario más citadino y ligero.

La tarde musical fue abierta por la Banda Departamental de Bellas Artes, que con toda solemnidad interpretó los Himnos de Colombia, del Valle del Cauca y Santiago de Cali, para luego deleitar a los asistentes con algunos porros y pasillos de música colombiana, cerrando con el ‘Cali Pachanguero’, del maestro Jairo Varela y su Grupo Niche.

Correspondió, en orden de programación, recibir la posta al Grupo Atardeceres Mágicos -ganadores del Festival del año pasado- compuesto por músicos empíricos. Su nombre hace alusión a que sus integrantes, después de los 50 años decidieron crear esta agrupación. Su presentación fue ovacionada y adentró al público hacia el motivo de la alegre reunión: la música campesina.

La gente en las tribunas vivía con entusiasmo su fiesta popular, los niños corrían con sus diáfanas sonrisas mientras eran vigilados de cerca por sus padres, los vendedores de comestibles hicieron su agosto, grandes y chicos comieron a placer mazorcas, perros calientes, papitas en paquetes, maní y bebidas de todas las marcas. Los caleños salieron a disfrutar su Festival de Música Campesina.

Otro grupo invitado subía a la tarima, El Dueto Reales, no desentonaron, por el contrario, al interpretar la canción ‘Mirando el Valle del Cauca’ de Silva y Villalba, recibieron un atronador aplauso y el acompañamiento del público, que se les unió en el canto.

En los vestuarios, solistas y grupos participantes se preparaban para iniciar sus presentaciones ante el jurado calificador. José Federico Ágreda, del corregimiento Golondrinas, dijo sobre el certamen: “Este festival es una ayuda para el campesino, porque a veces el campesino es olvidado y nosotros también sabemos de música de composiciones, hay artistas que están esperando a que vayan a verlos”. Viendo su interpretación y la de los siguientes concursantes hay que darles total razón a sus palabras.

Precisamente José Federico fue el primero de los participantes en enseñar sus cualidades ante el jurado, interpretando la canción ‘Anoche Soñé’, de su autoría, composición de corte romántico. Recibió aplausos de los asistentes.

Uno a uno lo siguieron los restantes cinco concursantes. Legado Norte Caucano, de El Hormiguero, se presentó con el tema ‘No sea Pendeja’, con toda la magia de la música del pacífico, su letra picante y ritmo alegre hizo las delicias de los asistentes.

Son de la Tierra, de El Saladito, con su tema ‘Mi Tierra´’, ofrecieron un homenaje a la tierra colombiana. Dani Zuluaga y el Grupo Macondo, de Golondrinas, cantó ‘Renacerá mi Colombia’, la misma que decía que “entre todos sembraremos otro jardín colombiano”, hermosa composición y una vocalista que se robaron los aplausos, los más nutridos y sonoros hasta el momento.

Los Jutes, de La Buitrera, en quinto lugar, interpretaron ‘La Neblina’, canción que enseñaba que la niebla era el humo que producía una vaca al fumar, mientras leía las manchas de sus compañeras. Disparatada letra que resultaba pegajosa y entretenida.

Para cerrar esta ronda eliminatoria y conocer los tres finalistas, llegó a la tarima el Grupo Son del Campo, del corregimiento de la Paz. Su canción ‘La Guacharaca’ rinde homenaje a esta ave de su región, resultando educativa y en pro de cuidar el medio ambiente. Su presentación exaltó el ánimo de la concurrencia y fueron arropados con sus aplausos.

En el intermedio, Yenny Liliana Guzmán, integrante del Grupo Son del Campo dio su impresión sobre el Festival: “Para nosotros venir al Festival significa representar a nuestro corregimiento, nos permite dar a conocer a nuestro grupo y dar a conocer todo lo que es la música campesina y sus composiciones, que son basadas en historias y, sobre todo, en nuestros campos”.

En el momento de salir los jueces a deliberar, entró en escena Miryam y los Tambores Negros, inundando el Teatro de ritmo pacífico que puso a bailar a la multitud en las graderías. Toda una muestra de la pluriculturalidad que se daba encuentro en Los Cristales en ese momento.

En la tribuna, Vicky Sierra, Coordinadora de Artes de la Secretaría de Cultura de Cali, quien seguía detalladamente cada fase del evento, anotó: “Este Festival es importante porque permite integrar el sector rural y el sector urbano, por eso, en esta última versión de la administración del alcalde Maurice Armitage, quisimos traerlo a Cali, para que la gente lo pudiera disfrutar en el Teatro al aire libre Los Cristales. Para ellos, la oportunidad de presentarse en un escenario diferente al que tienen en los corregimientos y para nosotros la oportunidad de recibirlos con las manos abiertas”.

Pero faltaba la cereza en el postre. Había llegado el momento de ver al invitado especial de la noche. Cuando el presentador oficial anunció a los reyes de la Carranga Rock, al esperado por todos, al Grupo Velo de Oza, la alegría del público desbordó en histeria colectiva. Su sonido envolvente conectó de entrada con los asistentes al Festival de Música del Campo 2019.

Canciones como ‘Julia’ y ‘Tus ojos color mondongo’ llenaron todas las expectativas que se tenían en torno a este grupo. Su carisma y la forma de introducir al público a ser parte activa de sus interpretaciones, lograron la aceptación de su show, una autentica fusión entre los artistas y sus seguidores.

Haciendo alarde de su espíritu rumbero, María Idalí Castillo bailaba como trompo zarandengue, ella venía desde Felidia, disfrutaba a sus anchas del Festival y dio su impresión sobre el mismo: “El Festival es muy bueno, muchísimas gracias a los organizadores, me gustaría que nos siguieran dando esta oportunidad a todos los habitantes del campo, para que podamos seguir disfrutando de nuestra música y nuestros vecinos cantantes y escritores".

La hora de la verdad se iba aproximando. Los tres finalistas fueron anunciados y debieron hacer su última intervención ante los estrictos jueces, Jorge Humberto Escobar, representante de Funmúsica; Luis Carlos Ochoa, músico de profesión y director de innumerables orquestas salseras de la ciudad y Fabián Barreiro, representante de la Secretaría de Cultura de Cali.

Inició esta ronda final Dani Zuluaga y el Grupo Macondo, su tema: ¿De corbata yo?, una canción protesta que reflejaba el rechazo a los ladrones de cuello blanco. Para muchos eran los ganadores, pero la excelente vocalista olvidó la letra de la canción en dos ocasiones y la pudo cantar completa en un tercer intento, acompañada de la letra en una hoja de papel.

Los Jutes salieron a su presentación concluyente con el tema ‘Tío Chicamocha’, composición que relataba las andanzas de un tío que gustaba de navegar y del cual se enamoraban las mujeres del pueblo y de la capital.

El cierre correspondió al Grupo Son del Campo, la canción interpretada en la final y que les significó el Gran Premio Secretaría de Cultura de Santiago de Cali, fue ‘Le llaman Rulos’, composición incluida dentro del género de mitos y leyendas, trata de una bella mujer de cabellos largos a la cual el duende le enreda su cabellera, dejándole la cabeza vuelta rulos. Su coro decía: “Rulos por aquí, rulos por allá, así le dicen toditos por donde quiera que va”. Fue evidente, letra y música encantaron al público.

No hubo lugar a descontentos, las interpretaciones realizadas por Son del Campo y las afortunadas letras de sus canciones fueron reconocidas no sólo por el jurado sino también por los asistentes al Teatro al aire libre Los Cristales, este grupo fue legitimado por todos como el justo ganador del Festival de Música del Campo 2019. Los caleños aplaudieron al representativo del corregimiento de La Paz al levantar su premio y abandonaron el escenario con caras de satisfacción.

“El Festival de Música del Campo deja un gran balance, demuestra que en los corregimientos de Cali hay muchísimo talento. Visitamos los 15 corregimientos, convocamos los artistas y obtuvimos una respuesta maravillosa, llena de talento, de gente empírica que pasa del azadón, de arar la tierra, a los instrumentos en la noche, a ensayar, a componerle al agua, a la tierra, a la papita, a la luna, a toda esa cantidad de cosas que hacen que nos sintamos orgullosos de Cali”, manifestó Vicky Sierra al apagarse las luces y dar por terminado el Festival de Música del Campo 2019.


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Fecha de publicación 12/11/2019
Última modificación 12/11/2019

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