Colombia me formó y me siento feliz porque me adoptó: Cristina Herrera Ghneim

Thaura Ghneim Herrera es una venezolana que llegó a Colombia hace 10 años junto a sus dos hijas, Julieta y Cristina, cuando tan solo tenían 4 y 7 años, respectivamente, quienes después de ese tiempo de vivir en nuestro país tomaron la decisión de ser ciudadanas por adopción.

“Estaba muy pequeña cuando mi mamá nos dijo que viajaríamos a Colombia, ni siquiera sabía qué era otro país, pero ahora que estoy aquí siento que quiero demasiado este lugar y lo siento como propio”, expresó Cristina Herrera Ghneim.

Entre los inconvenientes que ellas enfrentaron al llegar a un país diferente al que las vio nacer fue el dialecto, “yo no me imaginaba que la diferencia en las palabras eran tantas, porque se supone que hablamos el mismo idioma, pero que a tu hija le digan ‘la mona’ siendo que para ti esa palabra hace referencia a un animal, pues es muy raro, llegué a pensar que se trataba de una ofensa, pues en mi país decimos catiras o rubias”, relata Thaura.

“Recuerdo que una vez íbamos en el carro y le dije a mi mamá: ‘mami, me voy a hacer en la parte de atrás’ y ella me entendió que yo iba a hacerme ‘pis’ en el carro”, narra Julieta, mientras expresa una sonrisa en su rostro.

La directora del Departamento Administrativo de Gestión Jurídica Pública, María del Pilar Cano Sterling, fue la testigo de la firma en la que madre e hijas juraron su compromiso de lealtad y respeto por el país que las recibe como ciudadanas por adopción.

Estas tres mujeres confiesan que nuestro país las ha visto crecer como personas, como familia y muy pronto, a Julieta y Cristina, como profesionales que le servirán a su país de adopción.  

La amabilidad y el buen humor de la caleñidad ha sido indispensable para que ellas se sientan como en su casa y esa brecha cultural que parecía aterrarlas a su llegada, hoy hace parte de un proceso de adaptación que lograron integrar a su modo de vivir y ser colombianas por adopción.

Catalina Libreros