Garantizado el derecho a la protesta ciudadana este 21 de septiembre

El ejercicio democrático que permitió la defensa del derecho a la protesta social fue el principal objetivo del acompañamiento que garantizó la Alcaldía de Santiago de Cali a los diferentes grupos de manifestantes que salieron a las calles el lunes 21 de septiembre de 2020, para ejercer sus derechos en el marco del amparo constitucional.

Luego de una reunión previa donde se acordaron diferentes compromisos, el contacto con los líderes de las marchas fue permanente para que, estas se ajustaran al marco legal y al respeto de los derechos de los demás ciudadanos.

Articulados con otros organismos de la Administración local, al igual que la fuerza pública y entes de control se estableció desde muy temprano el Puesto de Mando Unificado (PMU), en el comando de la Policía Metropolitana, para monitorear en tiempo real todo el desarrollo de la jornada y tomar decisiones de acuerdo con su desenvolvimiento.

“Trabajamos juntos con la Alcaldía, la Gobernación del Valle del Cauca y entidades como la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría General de la Nación y la Personería de Santiago de Cali, con un claro mensaje de protección a los derechos”, indicó el general Manuel Vásquez, comandante de la Policía Metropolitana, en la instalación del PMU.

Con cámaras en diferentes puntos de la ciudad, información satelital y contacto permanente con personal en terreno, se acompañó de principio a fin toda la jornada.

En la mañana, la primera manifestación, convocada por organizaciones sindicales en formato de caravana vehicular, partió del puente El Paso del Comercio hizo un recorrido por la calle 70, conectando con la autopista Suroriental hasta la carrera 39 para tomar la calle quinta y terminar en la avenida de Las Américas, a la altura de la sede del Ministerio de Trabajo. Dicha caravana culminó hacia las cuatro de la tarde y transcurrió en total tranquilidad, en un ejercicio que no significó problemas en el orden público.

La segunda convocatoria fue planteada por grupos estudiantiles principalmente y se autorizó para horas de la tarde, inició el recorrido desde las afueras de la sede Comfandi el Prado sobre la autopista Suroriental para dirigirse hacia el oriente a conectarse con la autopista Simón Bolívar, a la altura del puente de Los Mil Días y seguir hasta el sector conocido como Puerto Rellena. Sin embargo, este recorrido fue alterado por los manifestantes, quienes decidieron tomar la troncal de Aguablanca del Sistema de Transporte Masivo hacia la autopista Simón Bolívar, afectando en primera instancia la movilidad del MIO que debió detener su operación por varias horas.

En este segundo momento, se presentaron actos vandálicos protagonizados por un grupo minoritario que afectaron dos estaciones del masivo, las cuales presentan daños en su estructura física. Estos grupos específicos interrumpieron en varias ocasiones su recorrido para protagonizar hechos que atentaron contra la seguridad ciudadana, especialmente en el punto de llegada, donde se atentó contra el CAI de la Policía Villa del Sur y la infraestructura de movilidad y señalización de la ciudad.

Ante esta situación, la Policía Metropolitana actuó para disolver a un grupo de manifestantes y garantizar la tranquilidad ciudadana. 27 personas fueron objeto de sanciones por comportamientos contrarios a la convivencia, bajo el marco del Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana.

“En estas manifestaciones participaron alrededor de 1.800 personas, la mayoría de ellas con un comportamiento ejemplar que debemos resaltar, al tiempo que rechazamos los actos vandálicos protagonizados por unos pocos al final de las manifestaciones”, indicó el secretario de Seguridad y Justicia, Carlos Rojas Cruz.

Durante todo el día, un grupo de mediación de la Secretaría de Paz y Convivencia Ciudadana se encargó de tender los puentes de diálogo entre los manifestantes y las autoridades para que todo fluyera con normalidad; la Secretaría de Movilidad garantizó la fluidez del tránsito y la Policía acompañó todos los recorridos con personal uniformado y desarmado; los cordones humanos, integrados por ciudadanos defensores de derechos estuvieron activos para evitar la violación a la integridad de algún manifestante.