Comedores comunitarios en Cali, un importante apoyo para las familias más necesitadas

José Arce tiene 77 años, vive solo en el barrio Antonio Nariño al oriente de Cali, no tiene pensión y sus recursos económicos son limitados. Cada día llega sin falta al comedor comunitario de la calle 44 con 39. Ahora, en época de pandemia, lleva sus propios recipientes y recibe diariamente un almuerzo completo y balanceado.

Doña Yenny Quintero es la representante legal del comedor ‘Un Canto de Alabanza’. Allí atiende diariamente a don José, a otras personas de la tercera edad, uno que otro transeúnte y alrededor de 120 niños y niñas que puntualmente reciben su almuerzo.

“Nosotros tenemos un proyecto con la Alcaldía que se llama ‘Alimentando Sonrisas’, que suple los alimentos de niños y niñas apoyados también por la Arquidiócesis de Cali. Ellos traen una tasa compensatoria equivalente a mil pesos diarios y con ese dinero se les da su almuerzo; cuando hay complemento de refrigerio también se les brinda. Esta es una ayuda vital para las personas de escasos recursos en todas las zonas de Cali y por eso es tan importante que la Administración Distrital continúe apoyándonos”, afirma Quintero.

A las 7:00 de la mañana inician labores los comedores comunitarios. Los alimentos deben ser lavados y procesados, las verduras picadas y la bebida preparada. Margarita Cosiles, voluntaria en la cocina, llega de lunes a viernes para ponerle sabor al menú diario con sus mágicas manos. Esta vez fueron blanquillos, arroz blanco, ensalada verde, tortilla de huevo y jugo de maracuyá.

“A nosotros, la Alcaldía de Cali nos entrega una minuta, la cual corresponde a toda la alimentación que se tiene que hacer los cinco días de la semana. Somos trabajadoras voluntarias y para mí, lo más hermoso es saber que nuestros menores tienen seguro un alimento, todos los días un almuerzo bien balanceado”, manifiesta la representante legal del comedor ‘Un Canto de Alabanza’.

Así como este comedor comunitario atiende más de 100 niños y niñas diariamente, la Administración del médico Jorge Iván Ospina alimenta cerca de 51.200 personas, a través de 501 lugares que, como este, prestan una labor social de ‘puro corazón’.