La estrategia Alimentando Sonrisas, una de las apuestas de la Administración Municipal llega a más de 18 mil beneficiarios

Una de las apuestas más importante de la agenda social de esta Administración es la de mejorar las condiciones de vida de la población en condición de pobreza extrema, particularmente aquellas que padecen inseguridad alimentaria y experimentan hambre.

En el inicio del presente gobierno, la secretaría de Bienestar Social encabezada por Esaúd Urrutia Noel asumió la responsabilidad a favor de las poblaciones más vulnerables de liderar el programa de Lucha contra el Hambre Alimentando Sonrisas, en asocio con la Pastoral de la Arquidiócesis de Cali, liderada por el presbítero Francisco Leudo.

Año y medio después los resultados permiten soñar con un futuro cada vez mejor, de una inversión de $ 895 millones en el programa de ollas comunitarias heredado de la anterior administración, el alcalde Armitage ha apropiado recursos por más de $6000 millones de pesos anuales para dedicar a los esfuerzos de lucha contra el hambre a través de comedores comunitarios en toda la ciudad.

Se pasó de atender 4418 personas en 2015 en 47 ollas comunitarias, Alimentando Sonrisas es hoy una red de 150 comedores comunitarios que está atendiendo a poco más de 18 mil personas en toda la ciudad, principalmente en los territorios TIO de la ladera, el centro, el nororiente y el distrito de aguablanca en Cali.

De servir 353.400 almuerzos en 2015, el programa pasó a servir 930.000 en 2016, en lo corrido del año se han distribuido 1.232.000 raciones y para el segundo semestre de 2017 se espera poder repartir más de 2.160.000 raciones a la población más vulnerable.

Estas cifras de cobertura alimentaria son impactantes para cualquier esfuerzo público municipal, pero es importante decir también que el programa Alimentando Sonrisas cuenta con un equipo psicosocial integrado por más de diez profesionales entre psicólogos y trabajadores sociales quienes desde el mes de mayo han realizado  110 visitas a los comedores en territorio, se han recolectado más de 700 fichas aplicadas de tamizaje de salud mental y se han hecho más de cien intervenciones puntuales o de pequeña consulta; esto ha sido de muy buen recibo por parte de la comunidad pues los problemas asociados a la pobreza extrema como drogadicción, delincuencia, pandillaje, abandono de adulto mayor, embarazo adolescente, violencia intrafamiliar o abuso infantil son pan diario entre la población beneficiaria de los comedores, por lo cual era un clamor general brindar este tipo de atención en territorio.

Conscientes de la importancia de los comedores comunitarios como punto de contacto y encuentro con la comunidad, las demás dependencias de la administración se han ido sumando a este esfuerzo para llevar sus servicios a la población, de ese modo hoy la secretaría del Deporte con sus programas Cali Acoge, Deporvida y Canas con Ganas está beneficiando a cientos de usuarios de alimentando sonrisas en varios comedores.

De igual modo, la secretaría de Salud con toda su oferta institucional empezará a realizar jornadas en territorio para esta población. Próximamente tendremos también el despliegue de programas de generación de ingreso de la secretaría de Desarrollo  y de aprovechamiento del tiempo libre por parte de la secretaría de Cultura. Los comedores especializados reciben también el apoyo de los ejes de la subsecretaría de Poblaciones y Etnias a la cual está adscrita el programa, de ese modo tenemos comedores con énfasis poblacional en Lgbti, recicladores, carretilleros, población indígena, adulto mayor, población en condición de discapacidad, habitante de calle, entre otros.

Este inmenso trabajo no sería posible sin las llamadas “gestoras” mujeres cabeza de hogar en su mayoría (con algunos hombres también) quienes a título voluntario con un impresionante espíritu de servicio y sacrificio reciben, manipulan y distribuyen los alimentos a la población beneficiaria. Una red de voluntarias de más de  400 gestoras y gestores que día a día trabajan silenciosamente para combatir el hambre y la exclusión en la ciudad.

Esta red está acompañada por el equipo de Gestión Humana, el equipo de Formación y el equipo de Desarrollo socioeconómico, quienes desde sus acciones enriquecen la labor de ellas atendiendo sus inquietudes, necesidades, brindando programas de acompañamiento en formación integral, capacitación e incluso hasta cuidado personal y belleza.  Actualmente se trabaja en modelo piloto orientado a lograr la auto sostenibilidad de los comedores.

Para proteger el esfuerzo de ciudad, el programa cuenta con equipos de acompañamiento logístico y de supervisión, quienes velan por el estricto cumplimiento de las normas sanitarias y ambientales, los protocolos establecidos por el programa, la transparencia y buen uso de los recursos y el apropiado servicio a la comunidad. Alimentando Sonrisas está en permanente contacto con los comedores y la población en general, y de las visitas a territorio surgen planes de mejora permanente que reciben el acompañamiento de todos los equipos del programa.

El Gobierno, en cabeza del alcalde Maurice Armitage y la iglesia con su Obispo Darío Monsalve han dado un primer paso estableciendo la prioridad y apropiando recursos como no se tiene precedente en la ciudad para un programa similar, y por eso ahora, desde ese ejemplo el programa entra en una nueva fase, la de vincular masivamente a la sociedad civil organizada, al sector privado, a la cooperación pública y privada local, regional, nacional e internacional.

En este sentido, se hace un llamado para que se vinculen a las redes de voluntarios y cooperantes, para que puedan donar su tiempo, dinero o recursos de cualquier naturaleza. Juntos podremos cumplir esa visión de ciudad de alimentar sonrisas para que nadie en Cali se acueste con hambre.

 Zuly Anacona Peña