Luis Carlos cambió su vida y sueña con trabajar por los habitantes de calle

Luis Carlos cambió su vida y sueña con trabajar por los habitantes de calle


Luis Carlos Cuero es un caleño ex habitante de calle que logró superar 22 años de consumo de sustancias psicoactivas, de los cuales 14 años vivió en la calle. Hoy con una gran sonrisa, amabilidad y humildad, relata su vida como si estuviera hablando de otra persona.

“Agradezco primero a Dios por ayudarme, a mantener mi deseo de construir una vida totalmente diferente a la que había llevado, y estoy agradecido con el programa Habitante de Calle de la Alcaldía de Cali, porque gracias a la oportunidad que se me brindó tuve un acompañamiento humano y positivo para lograr llegar a donde estoy hoy”, dijo Luis Carlos Cuero.

A través de la Secretaría de Bienestar Social, el programa Habitante de Calle, adscrito a la subsecretaría de Poblaciones y Etnias, ha potencializado con una inversión de $20.170.873.400 la atención integral para la población que hizo de las calles su hogar.

 “La Alcaldía de Cali, a través de la Secretaría de Bienestar Social, ha realizado más de 590.000 atenciones en el cuatrienio a personas en situación de calle en la ciudad, evidenciando así el sentimiento por garantizar los derechos fundamentales de esta población”, manifestó Carolina Campo Ángel, secretaria de Bienestar Social.

 “De niño sufrí a diario de agresiones físicas, verbales y psicológicas por parte de mi hermana, incluso hasta intentó ahogarme en tanque del lavadero, además mi madre, por el trabajo, nos dejaba mucho tiempo solos. Por esto a los 9 años quise alejarme lo más que podía de mi hermana Carolina, así que escapé de casa y llegué hasta el sector de La Casona, en la Avenida Ciudad de Cali, donde me topé con un señor que cuidaba cabras y por los animales me acerqué a él. Este señor amablemente me brindó alimento y hospedaje por tres noches, pero también, giró mi vida a 180° grados hacia la perdición, pues por mi curiosidad probé de lo que él fumaba, marihuana”, relató Luis Carlos.

Luego de regresar a su casa, se desencadenó en su adolescencia otro tipo de consumos como el del bazuco, bóxer, cigarrillo y hongos alucinógenos, además de participar en actos delincuenciales.

“Mi madre me internó en un centro de rehabilitación para menores cuando tenía 13 años, pero el resultado fue peor, yo estaba en ese lugar obligado, así que cuando salí solo pasaron un par de meses para volver a consumir y por miedo a volver a ser internado, fingía ir al colegio para poder consumir tranquilamente” agregó Luis Carlos.

Un día que sí fue a clase, su profesora de educación física notó que él tenía habilidades para el baloncesto, así que le ayudó a ingresar a la Escuela de Formación Liga Vallecaucana de Baloncesto, pero luego de 17 meses entrenando y olvidando momentáneamente sus adicciones, una mañana se dejó llevar por el aroma de unos chicos que estaban fumando en una esquina de la calle Novena y recayó.

Su mayor preocupación era conseguir dinero para comprar sus dosis, así que fácilmente vendió pertenencias como la cama, el armario, la ropa, los balones de entrenar, sus medallas y trofeos, también empezó a robar en su casa, hasta cambió el mercado por droga, lo que causó que su madre lo echara de la casa a sus 17 años.

“Para subsistir empecé a trabajar en montallantas, cuidando y lavando carros, pero en las noches cuando se me acababa el dinero para consumir me ponía a robar, incluso hasta que los vecinos me vetaron la entrada al barrio. Por eso me volví un caminante de Cali, recorría toda la ciudad haciéndome pasar por sordomudo, reciclé, comí de las basuras y hasta llegué a prostituirme. Luego empecé a vender droga y en ese mundo vi como desmembraban a personas que debían dosis o plata, también vi cómo violaban a mujeres por la misma razón e incluso participé de eso”, recordó Luis Carlos.

Cuando cumplió 27 años y luego de entrar a diferentes programas en fundaciones, esperanzado en que otros provocaran un cambio en él, entendió que el cambio solo dependía de sí mismo, y por invitación de un amigo ingresó al programa Habitante de Calle de la Secretaría de Bienestar Social.

“Los servicios del Sistema de Atención Integral al Habitante de Calle orientan y fortalecen las capacidades de las personas que habitan la calle, de forma que logren resignificar su vida y accedan a oportunidades que les permita superar las marcas de la calle. Luis Carlos es un ejemplo de ello, quien realizó su proceso en el Hogar de Acogida Día, ubicado en el barrio Santa Elena y  logró construir un nuevo proyecto para su futuro”, dijo Diana Pereira, coordinadora del programa Habitante de Calle de la Secretaría de Bienestar Social.

En su tiempo fuera del trabajo, enfoca sus fuerzas en la música, pues tiene la habilidad de componer, rapear y rimar mensajes que puedan transformar la vida de quienes escuchen sus letras. Una de sus composiciones dice: “No queremos más guerra no más dolor. Es otra noche de luto y es otra noche que muere, no siga en el barrio que las balas llueven, una madre que llora con el dolor no puede, se va de rodillas y le pide a Dios que la consuele. El problema en nuestro barrio no son los maleantes es solo parte, son los que no quieren que echemos pa’ lante, busque parte hacia el futuro donde nuestros hijo vivan más seguros. No queremos más guerra no más dolor. No queremos más guerra que viva Dios”.

Gracias a su determinación por cambiar el rumbo que llevaba su vida, logró pedir perdón a quienes hizo daño, perdonar de corazón a su hermana y a su madre, ama y disfruta de la compañía de sus sobrinos.

“Hoy Luis Carlos es un hombre que reencarna una de las importantes historias que afirma que sí es posible salir de la habitanza en calle, mostrando a los demás participantes del hogar que el proceso tiene resultados. Luis Carlos hoy vive su vida más tranquila, trabaja para que su proceso siempre esté mejorando, pues tiene un fuerte lazo con Dios y con la música”, dijo Johan  Rubio Gaviria, coordinador del Hogar de Acogida Día del programa Habitante de Calle.

 

Elianne Urrego

 

 


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Fecha de publicación 06/11/2019
Última modificación 06/11/2019

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