Acciones para migar los efectos del tráfico en la fauna silvestre
Tras casi un año de trabajo articulado entre el zoológico La Rivera, perteneciente al Parque de la Uva en la Unión Valle, CVC y el Grupo de Gestión de Fauna Silvestre del Dagma, fueron trasladados 5 pericos carisucios, 1 tucán, 1 lorita pico negro, 1 caique de cabeza negra, para un total de 8 especímenes de origen silvestre que se encontraban en el hogar de paso del Dagma.
Ello en el marco del bienestar animal a la fauna silvestre y el control al tráfico ilegal de especies silvestres que viene adelantando el Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente – Dagma, en acuerdos para el trabajo interinstitucional con el apoyo del nodo noroccidente de Corporaciones regionales.
El objetivo es brindar un hogar permanente a las especies que han sido víctimas de tráfico ilegal y que por sus condiciones especiales no han podido ser reubicadas o liberadas en su hábitat natural.
Nicolás Melo, Médico Veterinario Zootecnista del Dagma mencionó: “Para nosotros es muy importante este trabajo mancomunado entre organismos, ya que permite brindar un hogar responsable a la fauna que por motivos de comercialización han sido afectados en su desarrollo comportamental, como es para las aves el desarrollo de vuelo. Es por esto que con la articulación no solo ayudamos a los especímenes que han pasado por un proceso en el hogar de paso, sino que también buscamos abrir un espacio para su recuperación y rehabilitación por parte del personal capacitado para dicha atención”.
Cabe resaltar que la labor que realizan los médicos veterinarios, biólogos y zootecnistas en el hogar de paso del Dagma busca cumplir un proceso exhaustivo para la recuperación a la fauna silvestre, con el fin de que esta pueda retornar a su entorno natural; sin embargo en alguno de los casos la comercialización ilegal y tenencia irresponsable por parte de la ciudadanía hacia estas especies, hace que el proceso no sea exitoso y tengan que seguir en cautiverio, ya que han creado una dependencia al ser humano, impidiendo que no puedan sobrevivir en medio natural.
Colombia ocupa el 2° lugar en número de especies de animales y plantas después de Brasil, el cual cuenta con 10% de la diversidad mundial de especies. Es por ello que el tráfico ilegal de especies silvestres constituye un acto de crueldad en la mayoría de los casos y son una amenaza directa contra el equilibrio de numerosos ecosistemas.
Se hace un llamado a la comunidad para que se abstenga de comprar cualquier animal silvestre, teniendo en cuenta que este recurso natural no es considerado como mascota y su aprovechamiento ilegal acarrea sanciones penales que incurre en prisión de sesenta (60) a ciento treinta y cinco (135) meses y multa de trescientos (300) hasta cuarenta mil (40.000) salarios mínimos legales vigentes Ley 2111 de 2021.
María Alejandra Gutiérrez
Fecha de publicación 25/11/2022
Última modificación 25/11/2022