Las tortugas no son animales domésticos

Las tortugas no son animales domésticos


Las 27 especies de tortugas que posee Colombia convierten al país en un lugar altamente estratégico para conservarlas. De hecho, a nivel global, la nación ocupa el sexto puesto en cuanto a la diversidad de esos reptiles, siendo tres de estos endémicos: Mesoclemmys dahli, Kinosternon dunni y Podocnemis lewyana. Colombia también posee el mayor número de familias de tortugas continentales: en total, siete (1).

  
Sin embargo, esta cifra no parece importar, debido a las amenazas que sufre esta especie por consecuencia de las acciones humanas. El Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente DAGMA, reporta esta especie como una de la clase reptil con mayores decomisos e incautaciones y entregas voluntarias de la comunidad, debido a: El tráfico ilegal, el consumo de la carne y de los huevos o el uso de su caparazón para la elaboración de ornamentos, así como la tenencia como mascotas, la destrucción y alteración de los ecosistemas donde habitan. Aunque esta especie se encuentra distribuida en gran parte del territorio nacional cabe anotar que no solo la extracción del animal es un daño mismo para la especie, sino también el alarmante aumento de deforestación y de destrucción de los fragmentos de espejos de agua necesarios para su etapa reproductiva.


El DAGMA este año ha recibido 17 individuos de tortuga tapaculo (Kinosternon leucostomum), el grupo de Fauna Silvestre del DAGMA, las lleva al Hogar de Paso, y se ha encontrado tortugas con problemas oculares, malformación o heridas en el caparazón, enfermedades respiratorias, problemas estomacales entre otros. Para el cuidado y la conservación que merecen estas especies en el territorio nacional


Kinosternon leucostomum (Tortuga tapaculo)


La especie tortuga tapaculo está presente en entornos semiacuáticos, entre pozos, estuarios y pantanos que tengan una turbidez con bastante vegetación u hojarascas, en las orillas de los ríos, en entornos donde puedan enterrarse en el fango o en los bosques ribereños. Su distribución es amplia desde Norte de México, Centro América, Colombia y Ecuador.  En Colombia se han descubierto subespecies de Kinosternon leucostomum (Tortuga tapaculo) que pueden estar en las cuencas de los ríos Magdalena, Cauca, Dagua, Guapi, Patía, Atrato, Sinú, entre otros (2). Además, es considerada una especie de distribución altitudinal amplia en nuestro país. Es por ello que se considera (3) según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, como Preocupación Menor (LC).


Es una especie pequeña en comparación con otras tortugas, su tamaño máximo es de 16 cm, su cabeza es de color pardo oscuro con amarillo sobre el lado ventral y al lado del cuello presenta una línea amarilla, que tiende a desaparecer en la etapa adulta por una mezcla de punto amarillos y cafés. Su caparazón es lisa, abombado y de forma prolongada, la coloración es café y amarillenta, o un café oscuro, la forma del plastón es levemente cóncavo, es color café y tiene dos lóbulos móviles sin presencia de escotaduras entre la parte anal. En machos el plastón es más alargado y menos ancha que en las hembras. En los machos su cola es más larga que en las hembras y presenta una uña cornea en su extremo posterior (4). Dependen mucho del agua ya que no solo ahí buscan alimento si no que realizan su actividad reproductiva, en temporada de postura pueden dejar seis huevos y su periodo de incubación puede ser de 60 días o más (5).


Esta especie silvestre al extraerla de su hábitat pierde su estado natural y comportamental ya que es de actividad nocturna, en época de lluvia es más activa sobre tierra firme y en el día su comportamiento es esconderse debajo del fango, en huecos de las riveras o debajo de las ramas. igualmente depende de las estaciones climáticas donde puede optar si se entierra por un buen periodo de tiempo (época seca) y se activa nuevamente en época de lluvia. Entre su alimentación disponible en su hábitat natural puede encontrar variedad de invertebrados como moluscos, también vertebrados como peces y renacuajos, hojas, frutos y algunas veces puede alimentarse de carroña (6).

  
La bióloga Isabel Gómez Escobar del DAGMA: “hace un llamado a no contribuir a la comercialización de esta tortuga, esta especie no es un animal doméstico y necesita estar en su hábitat silvestre, ya que el tener una buena intención de cuidar este animal en nuestros hogares, puede generar en las tortugas problemas nutricionales, comportamentales y de salud. Muchas tortugas en nuestros hogares conviven con animales domésticos que pueden atacarlos y herir a esta especie indefensa. Otro factor a tener en cuenta es que pueden presentarse enfermedades zoonóticas”. 


Recomendaciones:

  • Si observa este animal herido o enfermo puede comunicarse inmediatamente al grupo de gestión de fauna silvestre del DAGMA, igualmente puede acercarse a las instalaciones del Hogar de Paso para entregar el individuo.
  • Si sabe de algún aprovechamiento ilegal de esta tortuga puede comunicarse y reportar al grupo de Gestión de Fauna Silvestre o a Policía Ambiental y Ecológica (PONAL).
  • Recuerde que la distribución de esta especie es muy amplia no debe hacerse liberaciones ni ninguna manipulación de este animal en cualquier lugar, ya que el desconocimiento de su distribución geográfica y el estado de conservación del ecosistema puede comprometer la vida del individuo. Por lo tanto, comuníquese con los profesionales y técnicos encargados del grupo Gestión de Fauna Silvestre-DAGMA para que ellos hagan la recepción del espécimen, su atención, valoración, rehabilitación y posterior liberación en un hábitat óptimo.
  • Esta especie tiene una importancia ecológica como: Saneamiento en los espejos de agua, en las redes alimenticias, dispersión de semillas o crear hábitat para otras especies.  Por eso, ayuda a conservar esta especie en su ecosistema natural. Comunícate a los números 350 5834649 o al 6530869 del grupo Gestión de Fauna Silvestre del DAGMA.


Ingrid Salazar 
Comunicadora del DAGMA.

(1) Páez et al., 2013
(2) UICN
(3) Páez et al., 2013
(4) Corredor-Londoño et al. 2007
(5) Rueda-Almonacid et al. 2007

 


Referencia bibliográfica 
• http://www.acherpetologia.org/wpcontent/uploads/2016/08/CARC_Volumen1_Numero1.pdf
• https://colombia.wcs.org/es-es/Recursos-informativos/Cobertura-en-medios.aspx

 


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Fecha de publicación 22/04/2020
Última modificación 22/04/2020

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