Se han recuperado 34.000 metros cuadrados de corredor verde en la Comuna 22

Desde hace dos años, el Dagma, dentro de sus funciones de control y conservación, ha venido trabajando para recuperar terrenos correspondientes al Humedal Cañasgordas, los cuales habían sido ocupados y encerrados por viviendas ubicadas en la Parcelación Cañasgordas de la Comuna 22.

Junto con la Secretaría de Gobierno, Bienes e Inmuebles y Valorización se hicieron las mediciones correspondientes con los topógrafos, donde efectivamente se pudo detectar que el área demarcada en los mapas del Municipio no correspondía con el área física del Humedal.
Desde el 2015 se comenzó con la notificación a los dueños de los predios para que corrieran sus cercos y mallas, pero muchos hicieron caso omiso a la solicitud.

Es así como desde esta semana se inició, con retroexcavadoras del Municipio y personal de Gobierno, Valorización, Bienes e Inmuebles y Dagma, el proceso para retirar las barreras que se habían construido para encerrar los terrenos que hacen parte del humedal.

Para el director del Dagma, Luis Alfonso Rodríguez Devia, “estas acciones han permitido recuperar 34.000 metros cuadrados de terrenos que corresponden al Municipio y al corredor ambiental de esta zona de la ciudad”

La segunda etapa de esta restitución de tierras es la restauración del terreno.

Según Ana María Valencia, líder de humedales del Dagma, “cómo primera medida vamos a georreferenciar el lugar, vamos a hacerle un plan de manejo y luego a retirar el material vegetal que no hace parte de este tipo de ecosistemas para restaurarlo, sembrando especies que si corresponden, como el bulirico, el manteco y especies del bosque seco tropical”.

Igualmente, se logró recuperar el espejo de agua del Humedal Cañasgordas que estaba encerrado como parte de una vivienda de esta parcelación, “se retiró la malla que por muchos años tuvo encerrado el humedal que ahora volverá a ser parte del corredor verde y que permitirá que las distintas especies de biofauna y fauna terrestre puedan transitar tranquilamente sin ningún tipo de barreras, como zorros, guatines y armadillos” puntualizó Valencia.

Aunque al principio la comunidad se mostró reacia a correr sus cercos, poco a poco han venido entendiendo la situación y muchos ya incluso se han querido vincular en las actividades de restauración del terreno.

Durante los próximos días, las cuadrillas de arborización junto con los profesionales del grupo de Ecosistemas del Dagma con el apoyo de la empresa Promoambiental, estarán retirando el material vegetal que se encuentra deteriorado.

En un futuro cercano el objetivo es que la zona restaurada se convierta en un centro de investigación de servicios ecosistémicos y en un santuario de flora y fauna dentro de la Comuna 22.

Paola Candamil