Con marcha, Santiago de Cali repudió el homicidio y las armas
Con múltiples carteles cargados de mensajes que invitaban al desarme, al amor fraterno, a la paz y la convivencia pacífica, más de 15.000 caleños marcharon en contra de la violencia, invitados por la Arquidiócesis y la Alcaldía de Cali.
Desde un recorrido que inició en el parque Panamericano y terminó en la plaza de Cayzedo, por la tradicional calle 5ª, monseñor Darío de Jesús Monsalve manifestó que “en esta jornada Cali caminó contra el homicidio y las armas, queremos que no se derrame más sangre y tender una mano a los que están armados por fuera de la ley”.
Indicó que “a los violentos los invitamos a que se acerquen a este movimiento ciudadano que se inició este 10 de diciembre, para que también se vuelvan luchadores contra el homicidio y las armas, abriendo de parte nuestra una mesa de reconciliación y convivencia, sumado a que ningún parroquiano sea indiferente frente a la sangre derramada en esta capital, por ello hemos abierto el Rosario al ciclo para que la gente se manifieste en este atropello a Dios, al derecho que le asiste a él sobre la vida y la muerte humana”.
“Lo que está sucediendo en Cali es un atropello a la convivencia, hay una herida a la ciudad que queda cargada de víctimas, huérfanos y viudas y que quienes vivimos en esta urbe no podemos dejar pasar sin ningún sentimiento o reproche”, manifestó el prelado.
A su turno, el alcalde de Cali, Rodrigo Guerrero Velasco, acompañado por las fuerzas vivas de la ciudad, expresó: “Esta gran marcha es un mensaje no solo para nosotros los caleños sino para el país entero, que exige la reconciliación, el amor y el respeto por la vida”.
Resaltó que esta convocatoria iniciada por el Arzobispo de Cali es un llamado al desarme tanto físico como de los espíritus, donde muchos han querido que los conflictos se resuelvan en forma violenta y cuando hay armas de fuego de por medio es más fácil que se produzcan muertes, lo que a las claras va en contra del decálogo de Dios de ‘no matar’.
Precisó que los únicos que deben portar armas son los policías y militares para salvaguardar la vida, honra y bienes de los ciudadanos, como lo dicta la ley.
Al ver tanta cantidad de gente marchando y luego agolpada en la plaza de Cayzedo, exigiéndole al unísono a los violentos que no haya más muerte, el jefe del Gobierno de Santiago de Cali dijo: “Es tal el entusiasmo que la comunidad está convencida de que el desarme propuesto desde su despacho al Gobierno Nacional es una estrategia válida y en buena hora monseñor Monsalve convocó esta marcha a través del movimiento Lucha -Luchemos Unidos Contra el Homicidio y las Armas-”.
Gustavo Sánchez
Fecha de publicación 10/12/2013
Última modificación 10/12/2013