Para Ramón y Rafael correr es rodar con pasión

La camaradería entre Ramón y Rafael va a toda máquina. Entre los dos se ayudan, calientan, estiran y entrenan para sus medias maratones. Son algo más de 21 kms muy bien corridos o rodados en este caso.

Ramón es padre de tres hijos, esposo, abuelo, amigo y hasta modelo y lo hace tan bien que pareciera que se dedicara solo a eso.

Hace 30 años, un ruido estruendoso y un dolor tan indescifrable que le durmió el cuerpo, le arrebató a Ramón sus extremidades inferiores, cuando siendo soldado realizaba una inspección en un campo minado. Decidió resetear su mente, y en cuestión de un mes se paró de la cama testigo a sus ´lavadas de cerebro´ para no extrañar más sus piernas.

A los 5 meses, ya usaba prótesis y desde aquel día no ha parado. Dispuso que el deporte sería su mejor herramienta de salvación, su mejor terapia. Casi todas las modalidades deportivas adaptadas a personas con discapacidad las ha competido. Ha ganado tantas medallas que ya las colecciona por kilos, pero la más representativa para él, fue la primera.

Corrió la Media Maratón de Bucaramanga; han sido los kilómetros más sudados y sufridos pero los más gratificantes. Allí se contagió de esa fiebre deportiva que jamás cede y menos cuando el esfuerzo reta al cuerpo y a la mente. Ramón no corre con prótesis adaptadas, lo hace con su silla de ruedas, su más incondicional amiga.

Ya perdió la cuenta de cuántas medias maratones ha corrido. Eso sí, tiene claro que son 5 las que ha ganado. Ramón estará este domingo 11 de junio en la Media Maratón de Cali; está listo para escuchar nuevamente, ese conteo regresivo que tanta adrenalina le provoca.

Rafael entrena con Ramón, que es casi que su padre; lleva la batuta dirigiendo los ejercicios de calentamiento previos a cada carrera. Rafa era policía. Las esquirlas de una bala no perdida, lo impactaron y le arrebataron la movilidad de sus extremidades inferiores.

Para él, la recuperación mental fue lenta: “duré tres años de hermetismo total, sin querer salir, sin querer casi que ni hablar”, comentó. Un buen día, la voz del Todopoderoso – como él lo llama-, lo retó a hacerle frente a su nueva condición. Él ya no lleva la cuenta de las medallas que tiene y asegura que su mayor y única medalla importante es Dios. Rafa también competirá en la Media Maratón de Cali. No le preocupa ganar, pero eso sí, hasta cuando entrena se reta a llegar de primero.

Ambos coinciden en que si tuvieran que definir el deporte en una sola palabra sería: salud. Quedarse quietos para ellos no es una opción. Verlos correr con tanta pasión, eriza y llama a la reflexión sobre lo poco agradecidos que a veces se llega a ser.

Amárrese bien los cordones de sus zapatos si va a correr la Media Maratón de Cali este domingo 11 de junio, no vaya a ser que si se los topa en el camino, la velocidad de estos dos caballeros, lo despeluque.