Mariana Herrera, la “niña mimada” del velódromo de Cali, Alcides Nieto Patiño

A sus 20 años, Mariana ha dedicado más de la mitad de su vida al deporte. Inició con patinaje pero por esas cosas de la vida, el ciclismo de pista atrapó su atención y allí se quedó.

Sus 1.76 mts de estatura y 62 kilos, le han dado la agilidad para ser una de las mejores en velocidad. A veces entrena sola, no le da mente a pensar en riesgos o temas de seguridad. Aparte de hacer varios kms diarios, se ha fogueado este año en la vuelta a Guatemala, la clásica Rubén Darío y acaba de terminar la exigente vuelta a Colombia en Bicicleta (mujeres).

“Fue muy dura la vuelta a Colombia. Un muy alto porcentaje, fueron las mismas etapas que compitieron cuando se realizó la de hombres. Pero esos son los fogueos que necesitamos si queremos hacer un buen papel en estos próximos Panamericanos Junior”, comentó Mariana.

Le dicen “la niña mimada del velódromo” y es que no es para menos, es prácticamente su segundo hogar o el primero, si de horas al día se trata. Mariana es sencilla y relajada; sabe lo que quiere y que tiene el potencial para lograrlo.

El velódromo de Cali contó con una inversión de más de 500 millones de pesos para recibir la pasada Copa de Naciones de Ciclismo de pista que se disputó en agosto de este año; por lo que se encuentra a punto para los próximos Juegos Panamericanos Junior 2021.

La luminaria LED y la pista de madera ya están listas. Un poco de retoque en la pintura y pequeños ajustes para, por primera vez después de pandemia, recibir nuevamente al mejor público de ciclismo de América Latina. Ese mismo que Mariana extraña y que dice que sabe que su piel se va a erizar cuando escuche nuevamente todo ese apoyo que le dan. “Es que además jugamos de locales y eso lo hace más emocionante”, comenta Mariana, mientras suelta una sonrisa y se ajusta su casco para arrancar con su entrenamiento.