Vandalismo contra el MIO, un mal que afecta nuestra movilidad

Vandalismo contra el MIO, un mal que afecta nuestra movilidad


El 11 de septiembre del 2019 fue un día especial para la movilidad de Cali, se ponía al servicio de la comunidad caleña 26 buses eléctricos. Vehículos ambientalmente sostenibles, con cero emisiones de gases y que tampoco contaminan por ruido. Poco después, a principios de noviembre de 2019, empezaron a rodar 21 buses a gas natural. No han trascurrido 12 meses desde que está en operación esta flota amigable con el medio ambiente y ya van 32 actos vandálicos contra estos buses del MIO.

Los ataques a los buses se realizan con piedras o elementos lanzados que impactan los vidrios, así como rayones y hundimientos en carrocerías de forma inescrupulosa, lo que se suma al hurto de extintores que, evidentemente, además de generar un perjuicio económico al sistema, crea un riesgo para los usuarios y operadores, que si bien, es subsanado ágilmente por el concesionario, no por ello es despreciable ese acto vandálico.

De acuerdo con el concesionario Blanco y Negro Masivo, empresa que tiene afiliada esta flota, además de la afectación en la prestación del servicio, la consecución de los repuestos ha sido difícil y, por ende, las reparaciones llevan más tiempo. Todo esto, debido al cese de actividades por la pandemia de la Covid-19 tanto a nivel nacional como mundial.

“A ello, también se suman los altos costos en la adquisición de repuestos. Desde la puesta en servicio de la flota eléctrica se han cambiado:  4 vidrios panorámicos, por valor de $ 8.587.440; 9 extintores, por valor $ 832.500; reparaciones de carrocería por rayones, hundimientos de lámina, vidrios laterales y retrovisores, por valor de $4.557.346”, señaló Julián Beltrán, director de Operaciones de Blanco y Negro Masivo.

Y agregó “en la actual situación de pandemia, el aislamiento y el cierre de mercados y proveedores, la consecución de repuestos escasea y hay incremento de precios del orden del 25 % por la falta de inventarios y la devaluación del peso colombiano”.

Desde la entidad gestora del MIO se adelantan procesos de sensibilización y educación a través de actividades pedagógicas y lúdicas, en sitios donde se ha detectado presencia recurrente de actos vandálicos. Así mismo, se trabaja de la mano con las empresas concesionarias y la comunidad, con el propósito de fomentar el cuidado de los bienes públicos, de uso en común, como lo es el transporte masivo. Sin embargo, se necesita de la corresponsabilidad de la ciudadanía.

Adicionalmente, existe un relacionamiento con líderes y lideresas de las 22 comunas y los 3 corregimientos de la ciudad. “Buscamos generar sentido de pertenencia hacia el MIO y toda su infraestructura. Queremos promover en la ciudadanía un adecuado uso y cuidado del MIO, es necesario el civismo para sacar adelante a Cali y para que la movilidad no se vea afectada”, indicó Oscar Javier Ortiz Cuéllar, presidente de Metro Cali.

El vandalismo contra los buses del Sistema MIO no solo afecta a los vehículos amigables con el medio ambiente, también tiene un fuerte impacto en el resto de la flota. Hasta el 4 de junio de este año, 858 vehículos entre articulados, padrones y alimentadores han sido vandalizados en diferentes zonas de la ciudad; en promedio, 6 buses diarios son atacados en día hábil. El año 2019 cerró con un total de 2.264 buses afectados.

Desde Metro Cali siempre se va a rechazar cada uno de los actos vandálicos en contra del MIO, que no solo ponen en riesgo la vida y la integridad de pasajeros y conductores, sino que causan daños a los buses y estaciones, los cuales afectan la normal prestación del servicio a los usuarios y generan cuantiosas pérdidas.

 Vandalismo contra el MIO, un mal que afecta nuestra movilidad

Elena Ordóñez.

 

 


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Fecha de publicación 25/06/2020
Última modificación 25/06/2020

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