¡A los maestros y maestras de Cali, toda nuestra gratitud!

¡A los maestros y maestras de Cali, toda nuestra gratitud!


“Recuerdo que cuando era una niña tenía una larga lista de profesiones que quería ser cuando grande: actriz, astronauta, bombera, psicóloga y arqueóloga. Pero con la que más me identificaba era con ser maestra. Cuando jugábamos, yo siempre era la profe y les daba la lección a mis amiguitas”.

Jenny Alexandra Morales Márquez rememora con alegría su infancia. Hoy es licenciada en Ciencias Sociales de la Universidad del Valle y se desempeña como docente en la Institución Educativa Oficial Juana de Cayzedo y Cuero.

“Poco a poco las otras profesiones se fueron desvaneciendo de mi mente. Y la alegría que sentía por guiar, enseñar y proteger a los pequeños se fue haciendo cada vez más grande. Hoy siento que elegí el camino correcto. Ser docente es mi vocación”, afirma la profe Jenny con la alegría propia de quien hace lo que realmente le apasiona en la vida.

Como ella, son más de 5.900 maestros y maestras quienes orientan el anhelo de un mejor porvenir de los 164 mil estudiantes del Sistema Educativo Oficial de Cali. Marcadores o tiza, libros y un tablero son las herramientas que usan los docentes para ayudar a construir una mejor ciudad y un mejor país desde el aula de clase. Es una tarea de largo aliento que asumen con amor y gallardía, conscientes del poder transformador de la educación.

“El maestro es un artesano que ayuda a construir el mundo y el proyecto de vida de otros, que permite concebir deseos, ilusiones y búsquedas. Entonces, ser maestro es determinante en una sociedad. Y quienes asumimos el reto de ser maestros y maestras, somos conscientes de ese compromiso con la transformación”, comenta el licenciado William Rodríguez Sánchez, secretario de Educación de Cali.

 

Enseñar en tiempos de pandemia: aquí aprendemos todos

Como artesanos que son, nuestros docentes ayudan a esculpir el futuro de sus estudiantes con la misma entrega con que un carpintero trabaja la madera. Muestra de ello es el compromiso que asumieron para adaptarse a los cambios que trajo la llegada de la covid-19 al país hace 14 meses.

Sin ser grandes expertos tecnológicos, maestros y maestras migraron al mundo digital para usar plataformas como Moodle o Classroom. Los más avezados se aventuraron a capacitar en herramientas virtuales para el aprendizaje a los colegas que tenían un conocimiento incipiente sobre el tema. Y así, con la solidaridad que los caracteriza, han enfrentado juntos el gran reto de educar en pandemia.

“Pensar en cómo hacer para que mis estudiantes estén concentrados, que les guste lo que se les va a enseñar y que puedan trabajar en equipo como se hacía en la escuela se convirtió en un desafío para mí y creo que para la mayoría de educadores de Colombia. Pero con esta crisis descubrí que los retos nos ayudan a desarrollar capacidades y habilidades que teníamos ocultas”, señala la maestra de la Institución Educativa Técnica Comercial Las Américas, Yeider Campos.

Sin duda, nuestros docentes han hecho un gran trabajo. Y lo están haciendo cada vez mejor. Sí, porque la educación es un proceso que enriquece el aprendizaje de todos sus actores: estudiantes, padres y madres de familia y, por supuesto, docentes y directivos docentes.

A los miles de maestros y maestras de Cali, ¡muchas gracias! Su labor contribuye a garantizar una educación pertinente, de calidad, incluyente y equitativa. Gracias porque la pasión y el amor que le imprimen a su quehacer pedagógico hace que nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes avancen en la dirección correcta: la construcción de una Colombia más próspera, más equitativa y con oportunidades para todos.

César Leandro Zamora Pérez

Comunicaciones Secretaría de Educación


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Fecha de publicación 14/05/2021
Última modificación 14/05/2021

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