El lenguaje claro le facilita la vida al ciudadano y hace más eficiente la gestión pública

El lenguaje claro le facilita la vida al ciudadano y hace más eficiente la gestión pública


Lenguaje claro es una parte fundamental en la relación Ciudadano-Estado. Se trata de que la información con los públicos de interés sea simple, clara, precisa, completa, confiable y directa.

Cuando se escribe o habla para el ciudadano, él debe entender el mensaje rápida y fácilmente, de allí que es deber del funcionario/contratista esforzarse por redactar o dialogar cada vez mejor, teniendo en mente quién o quiénes leerán o escucharán su mensaje.

También es importante, a la hora de escribir o hablar, conocer los intereses y características propias del receptor, como también su conocimiento sobre el tema tratado, de tal manera que el ciudadano encuentre lo que necesita, entienda lo que encuentra y use lo que encuentra para satisfacer sus necesidades.  

Al respecto, el documento CONPES 3785 de 2013 señala que una de las prioridades del Estado es “ofrecer a los ciudadanos información en lenguaje claro y comprensible de manera que se tenga certidumbre sobre las condiciones de tiempo, modo y lugar en las que podrán solucionar sus inquietudes y gestionar sus trámites”.

Igualmente, la Guía de Lenguaje Claro, publicada por el Departamento Nacional de Planeación, indica: “La comunicación entre los ciudadanos y las entidades del Estado es el vehículo que aumenta el capital confianza en la Administración Pública, reduce costos administrativos y financieros y especialmente, permite que el ejercicio de derechos de los ciudadanos sea efectivo; por lo tanto, esa comunicación debe estar en lenguaje claro, de lo contrario, puede tener implicaciones negativas tanto para el Estado como para el ciudadano”.

Cuando no se utiliza un lenguaje claro se corre el riesgo de que la institución sea ineficiente porque se destina mayor tiempo y recursos en aclararle al ciudadano información que él considera poco precisa. Igualmente, crecen los costos de transacción para el ciudadano, dado que cuando este no comprende se ve en la necesidad de acudir a un tramitador, a un abogado, se dirige a la entidad; y uno de los más graves se refiere a la vulneración de derechos dado que la información poco clara impide, más allá de la consecución de un trámite, el ejercicio de un derecho (derecho de acceso a la información, a subsidios, procedimientos médicos, trámites para acceder a pensión, ciudadanía, etc.)

A los tres impactos anteriores se suma el proceso inefectivo de la rendición de cuentas, lo que impacta la transparencia de las Administraciones y por ende la gobernabilidad. Entonces la tarea inmediata de todos las personas que hacen parte de la Función Pública es esforzarse por hablar con lenguaje claro ante nuestras audiencias y públicos de interés para facilitar una relación más cómoda y benevolente para el ciudadano y para la entidad pública, que es una de los ejercicios para fortalecer la democracia, la participación del ciudadano.

Se anexa la Guía del Lenguaje Claro par más información.

Nombre:
GUIA DEL LENGUAJE CLARO.pdf 13.8Mb 10/09/2020
Descripción:

GUIA DEL LENGUAJE CLARO


Foto de archivo.

Elizabeth Muñoz Garzón.


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Fecha de publicación 10/09/2020
Última modificación 10/09/2020

Versión 7.0.1

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