Incendio de Cristo Rey: una cicatriz que tardará años en borrarse

Cali es resiliente y por eso, a través del Plan Ave Fénix, ha enfocado esfuerzos para ir mitigando las heridas que dejó el incendio del pasado 31 de agosto pasado que arrasó con 103.4 hectáreas en el cerro los Cristales donde reposa imponente el monumento de Cristo Rey.
 
Durante los últimos dos meses, después del incidente, la administración del alcalde Maurice Armitage, a través del Dagma, viene ejecutando varias actividades que permitirán que el cerro de Cristo Rey renazca de las cenizas. Dentro de todo el proceso, la autoridad ambiental municipal, entrega hoy el balance consolidado de los daños en flora y fauna que dejó la conflagración.
 
El área afectada por el incendio forestal, corresponde a un total de 103.4 hectáreas incineradas (Mapa 1), de las cuales 27.1 hectáreas corresponden al ecoparque Cristo Rey y 84,8 hectáreas al predio cerro Los Cristales (que se encontraba en proceso de recuperación ecológica).  

Resultados Fauna 

Durante el tiempo de muestreo se observaron cinco especies calcinadas con seis individuos en total pertenecientes a un saltamontes, familia Acridiidae; una zarigüeya, Didelphis marsupialis; una falsa coral, Oxyrhopus petola; dos murciélagos fruteros gigantes, Artibeus lituratus; y un individuo de araña clase Arachnida. En el caso del saltamontes y la araña no fue posible determinar la especie debido al grado de calcinamiento en el que se encontraban.  
También se evidenció la afectación a nichos de especies como aves y avispas, así como huevos calcinados, viéndose afectados los ciclos reproductivos de diferentes especies. 

Individuo de Saltamontes familia Acridiidae

Individuo de Didelphis marsupialis

Individuo de Oxyrhopus petola, falsa coral

Individuo de Artibeus lituratus

Nidos afectados por incendio forestal

Individuo araña, clase Arachnida

Huevos afectados por incendio forestal

Panal de avispas afectado por incendio forestal

Resultados Flora

Se realizó un recorrido por el sector conocido como sendero del agua, desde el vivero de la parte alta del cerro, hasta la quebrada El Venado en el primer muestreo.  El segundo muestreo se hizo desde la quebrada El Venado recorriendo en dirección noroeste el cerro, hasta llegar al monumento en un giro de 180°.

Se observó un alto grado de mortalidad de la vegetación que había sido sembrada y de la nativa y sobretodo las grandes extensiones de pastizales dominadas por el pasto cola de zorro (Andropogon bicornis).

Dentro de las áreas visitadas se observaron dos comportamientos: el de una franja de vegetación protegida por las vaguadas y que no fue afectada por el fuego, aparentemente siendo esto una barrera natural contra el mismo; y un área externa y más expuesta a los vientos que usualmente recorren el cerro y que fue la más impactada donde no se observa ningún tipo de vegetación sobreviviente y está el mayor impacto sobre el suelo y la vegetación.  

La vegetación existente previa al incendio estaba representada por pastizales y helechales además de encontrarse la mayor cantidad de barreras cortafuego implementadas en el lugar.  El impacto del fuego en estos lugares fue severo y se denota alteración considerable sobre la estructura del suelo, tal como se muestra en las siguientes fotografías.

En las vaguadas se presentó cobertura vegetal con vegetación que no fue afectada y por ello son especies que se están teniendo en cuenta en los procesos de restauración ecológica, estas especies son: Trema micrantha (Zurumbo), Cupania americana (Mestizo), Toxicodendron striatum (Caspi), Clusia minor (Cucharo), Croton gossypiifolius (Drago), Persea caerulea (Aguacatillo), Eugenia biflora (Arrayan H.P), Miconia prasina (Niguito), Cecropia angustifolia (Yarumo), Oreopanax cecropifolius (Mano de oso), Trichanthera gigantea (Nacedero), Chiococca alba (Lentejitas o raíz de murciélago), Vernonanthura patens (Varejón), Ochroma pyramidale (Balso), Piper aduncum (Cordoncillo) y Cinnamomum triplinerve (Jigua).  

Este listado de especies de árboles y arbustos constituye un punto de partida para la selección de especies de los ecosistemas de referencia que pueden ayudar al proceso de restauración del cerro iniciando con la estrategia de ‘Hacer caminar el bosque’, es decir, aprovechando estas coberturas que no fueron impactadas por el fuego, comenzar a sembrar en los lugares cercanos en donde se evidencia impacto por este evento y que sirva para hacer crecer la mancha de vegetación boscosa presente en el área.

En las zonas encontradas entre la parte quemada y la vegetación que no llegó a ser afectada, se encontraron rebrotes de las plantas propias de la regeneración natural tales como: Eugenia biflora (Arrayan Hoja Pequeña), Dioclea sericea (Abrecaminos), Bejaria aestuans (Angucho), Clusia minor (Cucharo), Miconia prasina, Miconia minutiflora y Miconia albicans (Niguitos). Así mismo se observó el rebrote de especies sembradas durante los procesos de restauración ecológica realizados en el cerro tales como Acacia mangium, Tithonia diversifolia, Jacaranda caucana, Ochroma pyramidale y Croton gossypiifolius, entre otras.  
Dentro de todo el proceso del Plan Ave Fénix para la recuperación de Cristo Rey, hasta el momento se han sembrado 1.415 árboles, en 4 jornadas de siembra, con la participación de unos 700 ciudadanos.

Las próximas jornadas de siembras masivas para el reverdecer de Cristo Rey son: 17,18, 24 y 25 de noviembre y el 1, 2, 15 y 16 de diciembre de 2018. Quienes deseen participar pueden inscribirse en el siguiente enlace: www.planavefenix.com

 
Katherine Becerra   

Comunicaciones Dagma