Semana Santa: días en que la fe mueve montañas

Semana Santa: días en que la fe mueve montañas


Que los cerros de las Tres Cruces y Cristo Rey reciban a miles de peregrinos que recorren cada uno de sus senderos como un acto de fe o con fines recreativos y deportivos es una tradición.

Se sube en familia, con amigos y por qué no, hasta con animales de compañía, cuando no hay restricciones impuestas de manera preventiva que lo permitan.

Ingrid Alejandra Ramos Tenorio, quien desde muy pequeña sube a las Tres Cruces con su familia, también ha hecho uso de su fe para hacer peticiones que ya han sido cumplidas.

“El año pasado tuve la oportunidad de cumplir un sueño bien grande y también vengo a dar gracias por eso que se me dio” dice esta caleña.

Por otro lado los que les gusta la actividad física prefieren el ascenso por el barrio Normandía, pues es un poco más exigente debido al terreno, más escabroso y empinado. Los que normalmente prefieren usar las empinadas escaleras del barrio Juanambú deben tomar la primera opción, ya que por esta época se encuentran inhabilitadas por seguridad y para un control mejor.

Siendo el ascenso de unos 480 metros, no importa si se logre a paso rápido, lento, al trote o con ayuda; lo que realmente importa es llegar a la meta, que en este caso es la cumbre donde lucen imponentes tres cruces de 26 y 22 metros, respectivamente.

Ricaurte León llevaba más de 40 años sin subir al cerro y manifestó que su motivación es hacer ejercicio para bajar de peso y dejar muchos pecados allá arriba, dijo entre risas. Como los de él, son muchos los motivos que cada temporada tienen las personas que deciden visitar estas majestuosas insignias caleñas.

Gisela Barona

 


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Fecha de publicación 31/03/2018
Última modificación 31/03/2018

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