La red compuesta por las ESE del Municipio ofrece programas de salud mental

En Cali, opera la red de las cinco Empresas Sociales del Estado (ESE), conformadas por hospitales, centros y puestos de salud, que a cargo del Municipio trabajan permanentemente en el campo de salud mental, de manera preventiva y de atención al paciente.

La recomendación obedece a los cuatro casos de suicidios que las autoridades han reportado en Cali en menos de 15 días, el más reciente, el de una menor de 14 años que esta semana se arrojó desde el noveno piso de un edificio en el norte caleño.

Una de las ESE es la Red de Salud Ladera que manejó en sus estadísticas del año pasado 1.873 casos, los cuales, fueron atendidos en el área de Salud Mental. Las principales consultas fueron por depresión, ansiedad, esquizofrenia y por mal comportamiento de menores. De acuerdo con este estamento, estas consultas por morbilidad en salud mental pueden provocar episodios de suicidio, si no se tratan a tiempo y de manera adecuada.

Según María Mirelli Bedoya, psicóloga responsable del área de Salud Mental de esta ESE, en las 38 instituciones prestadoras de salud (IPS), que conforman la red en las comunas 1, 18, 19 y 20 y en los corregimientos, en el 2012 se atendieron a 548 personas con cuadros clínicos de ansiedad. Otras 340 acudieron por depresión en todas sus manifestaciones y 329 consultas más correspondieron a conductas de menores que inciden en su normal desarrollo.

La funcionaria manifestó que en el total de las atenciones se hace una evaluación para determinar el grado de afectación y adelantar el tratamiento respectivo que puede incluir varias sesiones de terapia con psicólogos, psicoterapeutas o remisión al psiquiatra para ser tratados con medicamentos.

La especialista aclara que cualquier persona puede vivir momentos de depresión y ansiedad pero lo importante es “primero tener muy claro que acudir al psicólogo no es sinónimo de locura, sino que por el contrario es el saber reconocer que hay un problema y que es necesario contar con la ayuda del especialista, de la misma forma que cuando un cuadro clínico nos obliga a ir al médico”.

Por ello, recomendó que para evitar episodios de autodestrucción o la muerte por suicidio, las personas que rodean a estos pacientes deben escucharlos y estar atentas a las señales para hacer seguimiento de síntomas recurrentes de depresión o ansiedad intensa, como:

- Tristeza prolongada y sin explicación aparente.
- Actuaciones de desesperanza ( no se quiere hacer nada, no ve televisión, no querer jugar o compartir, no querer bañarse).
- Irritación constante.
- Llanto inconsolable.
- Inapetencia.
- Insomnio o exceso de sueño.
- Ausencia de placer por las cosas que antes solían motivarlo.
- Pesimismo.
- Baja autoestima.
- Pensamientos constantes sobre suicidio o muerte.
- Dolores inexplicables.

Por ello, las redes de salud de la ciudad tienen a disposición de la comunidad, en sus diferentes centros de salud o IPS, talleres mensuales en prevención del maltrato, suicidio, violencia sexual y sustancias psicoactivas, a los cuales, pueden acceder la población pobre no asegurada o las personas con servicio de salud, pero con previa autorización de su Empresa Promotora de Salud (EPS).

Estos talleres tienen continuidad y se programan mensualmente con una intensidad horaria de hasta 20 horas. Por tal motivo, la Alcaldía recomienda a las personas acercarse a su IPS más cercana, para participar en estas jornadas, que en muchas ocasiones pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte.

“Se debe asistir al especialista para encontrar orientación y evitar posibles enfermedades mentales y prevenir actos de autodestrucción y/o violencia” insistió la responsable del área de Salud Mental de la Red de Salud Ladera.

Recordó que en la institución municipal adscrita a la Secretaría de Salud, se hacen actividades en todas las comunas del área de influencia de la ESE, para atender y acompañar a las personas que lo requieran con trabajadoras sociales y sicólogas.

Manifestó que la salud mental es una prioridad en la ciudad y que así como lo demuestran las estadísticas, los menores representan un 23 % de quienes asisten a las IPS buscando ayuda profesional. Para la funcionaria, es un signo de alarma que amerita llamar la atención de padres, profesores y acudientes para que escuchen a los menores, les hagan seguimiento y no teman buscar ayuda.

Concluyó que problemas económicos, familiares y emocionales, además de responsabilidades que no pueden sostener, son los detonantes más comunes entre quienes quieren autodestruirse y llegar incluso al suicidio.


/ Anna María Castro Casas