Pequeños milagros de vida, se gozan el Coliseo El Pueblo como los grandes

“¿Qué es eso?...”, señala Johan, un pequeño de 4 años de edad refiriéndose a los vagones del MIO Cable. Los ve mientras camina de la mano hacia el Coliseo El Pueblo. Se va a dar el lujo de patear el balón en la cancha donde este sábado celebrará el campeón de la VIII Copa Mundial de Fútsal de la FIFA Colombia 2016.

En una tranquilidad asombrosa, pero súper inquieto por aquello de los vagones (en su pueblo natal en Corinto, Cauca, nunca ha visto nada ni medio parecido), hace su entrada triunfal, la misma por donde durante casi un mes, lo han hecho todos los mejores astros del fútsal mundial. Parece no entender dónde está, pero tampoco parece importarle. Sus ojitos rasgados se van abriendo a medida que ve “semejante” cancha y sola!... es un manjar para un pequeño como él, patear una pelota en soberano espacio, además va a estrenar balón; se lo acaban de obsequiar los chicos del grupo de voluntarios de Cali, del torneo mundial de fútsal.

Johan se adueña de la malla inmediatamente, patea, corre por unos metros y regresa agitado… muy agitado para tan corto despliegue emotivo. Se quita su tapabocas, el mismo que obligatoriamente debe usar por aquello de que su sistema inmune no soportaría gérmenes durante su tratamiento para combatir una leucemia infoblástica aguda; diagnóstico demasiado largo para tan pequeña humanidad. Junto a él, también juegan pelota, 4 niños que junto con Johan, vinieron de la Fundación Carlos Portela, que ayuda a los niños con cáncer en nuestra ciudad.

Los pequeños fueron invitados por una iniciativa del grupo de chicos voluntarios de la VIII Copa Mundial de Fútsal, dirigidos por Marisol Torres. Los jóvenes recogieron cartones y plásticos que han quedado del agite diario durante estos 22 días de evento.

Los kilos de material reciclable serán donados a la Fundación Carlos Portela para convertirlos en dinero, el mismo que ayudará en el  sagrado proceso de recuperación de Johan y de cerca de 600 niños más que hoy por hoy, esta entidad  tiene “inscritos” y lamentablemente en proceso activo, a más de 100.

María Fernanda Portela, su fundadora e hija de Carlos Enrique Portela, uno de los mejores entrenadores que el Deportivo Cali pudo haber tenido en toda su historia, continúa luchando tan fuertemente como aquel 22 de diciembre de 1998, día en que nació la Fundación después de un diagnóstico de cáncer de duodeno de su padre. El “profe”  batalló contra la enfermedad hasta el 9 de julio del 2003.

Johan cumplirá 5 añitos próximamente, de los cuáles lleva ya dos en tratamiento. María Fernanda Portela espera, como siempre, que su batalla sea exitosa… ha visto recaer a niños luego de 10 años de ser “cáncer free” pero jamás bajará la guardia… Johan sigue corriendo, se quita el tapabocas porque le estorba para reír a carcajadas y respirar a bocanadas en “semejante cancha”!
Juliana Rosero Berrío