En el 2018, la Secretaría de Bienestar Social apoyó a 20 habitantes de calle con capital semilla y empleabilidad

En el 2018, la Secretaría de Bienestar Social apoyó a 20 habitantes de calle con capital semilla y empleabilidad


En este año 20 habitantes de calle que superaron exitosamente cada una de las cuatro etapas del proceso de resocialización que brinda la Fundación Samaritanos gracias al convenio con la secretaría de Bienestar Social, recibieron apoyo para capital semilla e impulsar  sus emprendimientos y  respaldo para empleabilidad.

“Cada incentivo tiene un valor de $500 mil, representados en materia prima, o implementos para los emprendimientos, la idea es que ellos sean productivos y se puedan sostener”, puntualizó Diana Pereira coordinadora del programa de habitante de calle. Este fin de año cinco, de los 20 ex habitantes de calle, presentaron su proyecto de negocio ante directivas de la secretaría de Bienestar y de la Fundación Samaritanos de la Calle, con el fin de afinar la propuesta y consolidar el proyecto para que sea exitoso.

Uno de ellos es Jeferson Gutiérrez, vivió 15 años en el separador de la autopista sur oriental con calle 13 frente al hotel la Luna, asegura que la soledad, el abandono y el mal estado de salud hicieron que tomara la decisión de visitar el Hogar de Acogida en Santa Elena, ahí nuevamente sintió ganas de vivir y de recuperarse, hoy es uno de los participantes más optimistas, “mi emprendimiento es un puesto de jugos de naranja, la idea es madrugar a comprar la fruta para ofrecer un producto fresco, inicialmente queremos ofrecer vasos de jugos de $1.000 y $2.000” agrega que su proceso le ha dejado muchas cosas positivas como el reencuentro con su hermana.

Otra de las emprendedoras es Katherine Vidal, estuvo cinco años en la calle consumiendo todo tipo de sustancias sicoactivas, lo perdió todo. Hoy su voluntad y empuje es tan fuerte que recuperó a sus hijas, tiene una pareja estable y sobre todo muchas ganas de salir adelante, “mi idea de negocio es la preparación y venta de lociones, es una actividad que aprendí anteriormente y es rentable, vimos que en mi barrio había tienda y misceláneas pero no venta de lociones, lo cual es muy positivo”, puntualizó.

La etapa tres y cuatro dentro del proceso de resocialización es de inclusión social y laboral, en este nivel se promueven habilidades y se les da asesoría para iniciativas de emprendimientos, muchos de ellos salen a trabajar en la mañana, en actividades como reciclaje o vendedores informales y regresan en la tarde a seguir con su proceso de resocialización.

Elizabeth Vernaza

 


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Fecha de publicación 13/12/2018
Última modificación 13/12/2018

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