Obra literaria Cambiando balas por libros: una ráfaga de oportunidades

Sobre un tapete de escombros y basura del barrio Petecuy, un grupo de niños del sector Cinta Larga escuchaba atentamente la narración del cuento ‘El Patito Feo’, mientras eran vigilados por jóvenes fuertemente armados que pensaban que aquel cuentero era, posiblemente, un “cuento chino” de las autoridades para infiltrar un “sapo” en su territorio.

Aquel joven -Gustavo Andrés Gutiérrez- vio la necesidad de adentrarse en la boca del lobo para mitigar un poco el dolor de aquellos niños que lo habían perdido todo, producto de la inundación que padecía la comuna 6 de Cali, a la altura del jarillón, por el desbordamiento del río Cauca.  

Fueron tres días de intercambio, narraciones fantásticas y experiencias de vida, pues, algunos de aquellos pandilleros que escuchaban con atención, se interesaron en el cuento y terminaron participando de las jornadas lúdicas de lectura. Bajó la marea y con ella se fueron los libros y sus narradores.

Pasados 15 días, uno de los niños se encontró con Gustavo Andrés y le reclamó: ¿Profe, usted nos viene a leer solo cuando hay inundaciones? Fue un golpe bajo, pero el despertar a una realidad latente: “los niños estaban ávidos de jornadas de lectura” y había que aprovechar que los mismos jóvenes de las pandillas ya hacían parte de los improvisados cuenteros y habían dado vía libre al tránsito de un extraño por sus fronteras invisibles.

Allí nació, ya hace 13 años, Biblioghetto: una iniciativa para la promoción de la lectura en espacios no convencionales como parques, calles, esquinas, ollas, asentamientos, pandillas, en las que se leen cuentos en voz alta a niños, jóvenes y adultos, que más adelante se articularía con la Alcaldía de Santiago de Cali, a través de la estrategia ‘Territorios de Inclusión y Oportunidades’ – TIO, con su proyecto ‘Esquina de lectura infantil’.

La idea fue más allá: la Secretaría de Cultura de Cali se sumó a través de la Convocatoria Estímulos, y la bola de nieve se creció tanto que, la historia de vida de esta comunidad fue plasmada por Gustavo Andrés en su obra ‘Cambiando balas por libros’, presentada durante la Feria Internacional del Libro que se desarrolla en las afueras del Centro Administrativo Municipal – CAM, promovida por la administración del alcalde Maurice Armitage en el marco de la Temporada de Festivales de Cali 2018.

El libro consta de cuatro bloques: ‘Trincheras de esperanza’, ‘Primero escritor que sicario’, ‘Libros que arman’ y ‘Huellas urbanas’, que describe el proceso de resocialización y se evidencia que, una pequeña caseta que era expendio de vicio, la convirtieron en una biblioteca, que 500 niños del Distrito de Aguablanca le escribieron cartas a los presos de Vista Hermosa para recibir respuesta a vuelta de correo y que todos los alumnos son leales a sus maestros.

Según la secretaria de Cultura, Luz Adriana Betancourt, el trabajo de Gustavo Andrés Gutiérrez es admirable porque es un reconocimiento del liderazgo de los jóvenes sensibles con las personas que necesitan ayuda.

“Estos muchachos adquirieron su compromiso con la sociedad, no se quedaron en solo quejas, sino que tuvieron el empuje de articularse con el Estado y fortalecer el proceso con niños y jóvenes vulnerables, muchos de los cuales ya tienen un trabajo formal y hacen su vida familiar, corroborando que entre todos construimos ciudad”, indicó Betancourt.

La secretaria de Turismo de Cali, Martha Lucía Villegas, ha vivido el proceso de cerca. Cuenta que en los inicios del tema de infancia y adolescencia en sectores vulnerables se promocionó la iniciativa y se recolectaron donaciones para establecer acercamientos. Ahora, a través del programa ‘ReDescubre Cali’, la Secretaría de Turismo llega a las zonas marginales, a los niños se les cuenta la historia de la ciudad a través de libros y ellos pintan los íconos y atractivos turísticos de Cali para transformar su mundo.

“La idea es crear otros Biblioghettos como el de Petecuy, por lo que la Secretaría de Turismo viene realizando programas como ‘Domingo Seguro’ en diferentes comunas y `Mandarinos` en la comuna 18, con miras de regresar a Petecuy”, explicó la secretaria Villegas.

Mientras que el coordinador del programa TIO, Juan Camilo Cock, se mostró gratamente satisfecho con el trabajo del fundador de Biblioghetto, Gustavo Andrés Gutiérrez, por ser el enlace territorial que tiene el programa en la comuna 6, en se ha logrado recuperar a jóvenes en riesgo y espacios como parques que ya cuentan con luz blanca, “la calle de la guerra” ahora es “la calle del color” y en las esquinas de lectura se cuelgan libros en las paredes para que quien lo quiera leer o llevárselo para su casa lo haga, pues la colección de libros se cambia cada 15 días.

“Son más las bibliotecas humanas que las físicas. Me da gusto llegar a sectores deprimidos como la Urbanización Río Cauca, Cinta Larga, Charco Azul, Petecuy y otros, entrar a las casas y ver en los cuartos de los niños los libros con los que ellos se iniciaron en la lectura. Para esos chiquillos, ese libro es un tesoro. Y eso, me demuestra que el esfuerzo valió la pena”, dijo Gustavo Andrés elevando los brazos al cielo, en la carpa donde presentó su libro.

William López Arango