Los titanes de la música pacífica se encontraron en la tarima del Petronio Álvarez

Fueron 17 grupos de artistas en las categorías de violín caucano, marimba y cantos tradicionales, chirimía y agrupación libre los que se dieron cita en la noche del 16 de agosto para mostrar todo el talento que les hizo ser los ganadores de las zonales del Petronio Álvarez.

El concurso empezó con la presentación del Auroras del Amanecer, de Suárez, Cauca, quienes abrieron la noche con la categoría de violines caucanos interpretando un par de canciones que hacían alusión a los ritos religiosos de la regiòn, con las que vaticinaron una noche en las que las presentaciones serían impecables.

Cuatro grupos fueron los que mostraron las mejores notas de los violines caucanos: Auroras del Amanecer, Aires de Dominguillo, San Padua y Son del Tuno.

Al cierre de los violines caucanos ya se empezaban a ver los pañuelos en el público, y con la llegada de la categoría de marimba el público terminó el calentamiento inició la presentación la agrupación Tumbos de Cualimán, y en su orden le siguieron Renacé Folclor, Mabombuacú, Olas del Pacífico y Pregones del Manglar.

En esta categoría se evidenció que las agrupaciones retornaron a la afinación tradicional de la marimba y en tres de las presentaciones la misma estuvo colgada a intérprete, una práctica que también está retornando a las presentaciones del festival.

Y con el público ya en su punto llegó la Chirimía. La apertura de esta categoría la hizo la tradicional “Chirimía de río Napi” que en esta oportunidad se presentan por séptima vez en el Petronio Álvarez, le siguieron Pichindé, Oro y Platino y Choibá.

En la Chirimía el público ya había consolidado su grupo de baile, Se podía ver a lo largo del todo el escenario grupos de personas que con pañuelo en mano seguían el ritmo de los exponentes del pacífico, quienes generosamente les explicaban los pasos tradicionales de cada baile.

La noche cerró por todo lo alto con las presentaciones de Proyecto Selva, Pacífico Libre, Los Pangurbes y el Ciudeblo y Raíces de Timbiquí, agrupaciones que se presentaron en la modalidad libre y que permitieron ver cómo la intergeneracionalidad está permitiendo trascender para la eternidad los ritmos del pacífico que, mezclados con otras músicas han trascendido las olas del mar de Balboa y se están proyectando al mundo.

Al cierre de la presentación se notaba la cara de felicidad de los más de 16.000 asistentes que tuvo esta segunda noche. El Petronio Álvarez permite eso: encontrarse con la música, bailar al ritmo de la marimba y ser felices recordando las tardes del pacífico colombiano.