Cultores de Cali sueñan con una gran sinfónica

Fusionar las seis escuelas de música clásica, coros y orquestas sinfónicas infantiles y juveniles que hay en la ciudad en una gran sinfónica, es el sueño de muchos gestores de la cultura en la capital vallecaucana.

La inauguración del alumbrado navideño ‘Cali, una historia’, fue el detonante para hacer un llamado al cumplimiento de este sueño. Y fue precisamente la gestora cultural Amparo Sinisterra de Carvajal una de las primera en manifestarse para pasar de la intención a lo concreto.

“Estoy feliz de ver tantas personas reunidas en paz y alegría para celebrar la navidad en torno a estas sinfónicas, gracias a la Administración del alcalde Maurice Armitage que ha brindado todo su apoyo en este tipo de iniciativas. Y qué mejor regalo para Cali que unir este talento de voces e instrumentos en una gran orquesta para orgullo de la región.”, dijo Sinisterra de Carvajal.

Al igual que ella, maestros, directores y músicos se imaginan una mezcla de flautas, flautines, oboes, cornos, clarinetes y fagots, al lado de trompetas, trompas, trombones y bajos, al unísono con cajas, timbales, violines, violas, violonchelos, bajos, contrabajos, tenores y sopranos de todas las edades cantándole a la ciudad, su río, su clima y sus gentes.

La madera está. Las ganas también. Y será la unión de voluntades de la Escuela de Música Desepaz, el programa de música Somos Pacífico de la Fundación Batuta, el Semillero de Música Clásica Inem, la Orquesta Sinfónica infantil y juvenil Notas de Paz, la Orquesta Sinfónica infantil y juvenil de Siloé con su Fundación Sidoc y la Orquesta Sinfónica Juvenil Mensajeros de Esperanza, las que hagan el milagro.

Todo ese talento nacido en sectores deprimidos de Cali le ha demostrado al mundo que la cultura no tiene estrato.

La Escuela Desepaz nació en la comuna 21 del Distrito de Aguablanca, en el barrio Compartir a iniciativa de Proartes y la Orquesta Filarmónica de Cali en el año 2005, para acercar de manera gratuita a niños y jóvenes al aprendizaje y al gusto por la música clásica, empezó con una orquesta clásica de cuerdas y un coro infantil integrada por 60 estudiantes entre los 6 y 18 años de edad. Hoy cuenta con nueve programa musicales y 318 estudiantes.

Somos Pacífico y la Fundación Batuta levantaron el telón en el Tecnocentro Cultural del barrio Potrero Grande a través de una alianza público-privada para la promoción de la paz y la cultura en una comunidad de aproximadamente 5.000 familias del suroriente de Cali afectadas por la violencia, el desempleo y la falta de infraestructura. En la actualidad ofrece cuatro programas formativos en las áreas de música, inglés, diseño y computación, así como cursos de danza, gastronomía, fotografía y artes plásticas.

La Fundación Notas de Paz vio la luz el 1 de marzo de 2007 con 60 niños y jóvenes de 2 a 18 años, en el barrio Bellavista. Arrancó con un programa pedagógico orquestal y de estimulación musical para la primera infancia. Amplió su radio de acción a los barrios Alto Nápoles y Polvorines, con dos proyectos de orquesta de cuerdas a modo de réplica del modelo Notas de Paz, en alianza con la Secretaría de Cultura de Cali y la Fundación Carvajal. Hoy cuenta con 362 niños y jóvenes, 29 maestros y 7 becarios estudiantes de música en el Conservatorio Antonio María Valencia del Instituto Departamental de Bellas Artes.

La Orquesta Sinfo?nica de Siloé es un sueño que toca corazones. Surgió en el año 2006 en la Comuna 20 como parte del componente social y cultural del programa “Siloé Visible”, construido en alianza con las organizaciones comunitarias Fundación Nueva Luz, la Asociación Centro Cultural la Red y la Fundación Sidoc. Los 180 niños y jóvenes allí vinculados reciben formación musical en interpretación de instrumentos, solfeo, apreciación musical y acompañamiento sicosocial.

Mensajeros de Esperanza llama la Fundación Arboledas a su orquesta sinfónica juvenil compuesta por 135 miembros, de la cual hacen parte diferentes instituciones educativas como el Colegio de las Aguas, del corregimiento de Montebello. Allí, se desarrolla y fortalece la personalidad de los niños y se acompaña buscando sus caminos de la vida. Mientras los niños tocan sus instrumentos, juntos en la orquesta están formando sus capacidades de concentrarse bien, de trabajar en equipo, y ellos están aprendiendo encontrarse con atención y respeto con alguien y colaborar con otros.

El Semillero de Música Clásica del Inem nació en el año 2005 en el Instituto Nacional de Enseñanza Media con el apoyo de la Secretaría de Cultura de Cali y el maestro Felipe Martínez para atender las necesidades musicales y educativas de 220 jóvenes con talento. En la actualidad la dirige el maestro German Hoyos con el apoyo del rector Argemiro Méndez, en un proceso gratuito de formación en competencias musicales y humanas. Tiene enfoque dual de bachillerato en música y proyección social para utilizar el tiempo libre. 

Todo ese talento infantil y juvenil reunido en la Orquesta Red de Escuelas Sinfónicas y Coros de Cali, le dio la bienvenida al alumbrado navideño en el bulevar del río, teniendo como complemento una puesta en escena que recorrió la ciudad del plan a la loma con su temática ‘Cali, una historia’, demostrando que cada una de las seis escuelas tiene miles de talentos para admirar, pero siendo una sola, tendrá millones de historias para contar.