Cali avanza en Derechos Humanos por caminos alejados de la violencia urbana
En Cali se viene desarrollando la Escuela de Derechos Humanos con jóvenes de las instituciones educativas a quienes se les transmite la importancia de conocer sus derechos y de saber cuándo estos son vulnerados.
Esta actividad pedagógica llega a cada rincón de la ciudad, incluso, a lugares en los que las nuevas generaciones observan un solo paisaje; el de la violencia y el de las malas decisiones de otros de su misma edad.
Sin embargo, existen programas de la administración del alcalde Maurice Armitage enfocadas en transformar esas dinámicas de violencia y referentes ilegales que por el entorno ciegan a los jóvenes permitiendo ver estos como positivos, cuando en realidad, la vida les puede permitir cambiar esa lógica y creer en un proyecto de vida diferente.
“Nosotros aprendimos principalmente a proteger nuestros derechos y a respetarlos. También, voy a replicar lo que más pueda lo que sabemos ahora de derechos humanos, con mi comunidad y mis amigos. Yo quiero ser alcalde de Cali para que las futuras generaciones conozcan de esto”, aseguró John Alejandro Bejarano, estudiante de la Institución Educativa Eustaquio Palacios.
“Poder orientar y buscar otros caminos; sabemos que en los lugares en los que desarrollamos la escuela hay muchos conflictos, pobreza extrema y, cuando existe esto, muchos se vulneran, desde el derecho a la vida, buscamos que ellos puedan ver que hay otros caminos, sabemos y somos conscientes que con esto nosotros no vamos a cambiar algunas necesidades, lo que sí podemos hacer es que ellos intenten no ver como referentes a estos que andan armados y que violentan si no que vean otros como los profesores, líderes comunitarios, que hacen cosas chéveres por el barrio y que saquen estos referentes negativos” señaló Johana Caicedo, coordinadora del equipo de prevención de las vulneraciones y promoción de los Derechos Humanos de la Secretaría de Paz y Cultura Ciudadana.
Son cinco módulos que se concentran en que los jóvenes se apropien del entorno de los derechos humanos, que puedan conocer la ruta de atención, qué hacer y cómo orientar a otras personas en el momento en que se presente algún caso de vulneración.
De acuerdo con Caicedo, se busca que a partir de estas charlas lo niños, niñas, adolescentes y jóvenes comiencen a transformar su proyecto de vida y dejen a un lado la visión positiva de quienes violentan.
“Buscamos que nos podamos reconocer todos como defensores y nuestras responsabilidades sociales, comunitarias y que puedan tener esos conocimientos y posibilidades de hacer un ejercicio práctico de saber cuándo somos defensores y cuándo vulneramos, que les permita poder orientar buscar otros caminos, lo que sí podemos hacer es que ellos intenten no ver como referentes a estos que andan armados y que violentan si no que vean otros como los profesores, líderes comunitarios, que hacen cosas chéveres por el barrio y que saquen estos referentes negativos”, afirmó.
Con este ejercicio pionero Cali, los jóvenes están adquirieron herramientas de paz para la transformación social y para que sean los encargados de velar por la integridad, cuidar la vida y respetar la diferencia.
Natalia Perea Escobar
Fecha de publicación 22/03/2019
Última modificación 22/03/2019