La escuela que se sacudió de la violencia y se pintó de esperanza

La escuela que se sacudió de la violencia y se pintó de esperanza


En Cali, las “zonas rojas” están cambiando de color, en el barrio Antonio Nariño de la comuna 16, la institución educativa Carlos Holmes Trujillo, sede Lisandro Franky se está convirtiendo en un ejemplo para superar las fronteras, para quitarle color al miedo y ponerselo a la esperanza, con nuevas oportunidades para el progreso.

Cuentan los docentes de la sede educativa que durante mucho tiempo tuvieron que enfrentar con valentía, en clase, los conflictos internos que se viven en el territorio, la pelea entre los niños que pertenecían a x o y sector o grupo. Abrir las puertas del colegio para que la comunidad entrara a alguna actividad era toda una odisea, tenían que llamar constantemente a la policía para que dispersara las peleas que se gestaban a las afueras del colegio, cada esquina era un límite, un punto rojo.

Este colegio está ubicado en un territorio que ha sido priorizado por la Alcaldía de Cali como territorio de inclusión y oportunidades TIO, en el que se ha realizado un trabajo integral entre la administración municipal y la comunidad para cambiar su entorno.

Junto a la Secretaría de Paz y Cultura Ciudadana, Graficalia y el programa de Tratamiento Integral de Pandillas de la Secretaría de Seguridad y Justicia y Mi Comunidad Es Escuela; la administración de Maurice Armitage ha unido esfuerzos para aplicar la metodología de entornos para la vida que tiene la estrategia TIO, instaurando el modelo de prevención social de la violencia en la comuna 16.

Desde entonces, el entorno de la sede educativa Lisandro Franky ha pasado de tener enfrentamiento entre pandillas a encuentros para cursos del Sena, programas de arte urbano con Graficalia, mejorando la apropiación del barrio por parte de la comunidad.

Este barrio del oriente de Cali cuenta con cuatro comedores comunitarios que atienden a 218 personas diariamente, también tiene dos Bankomunales, iluminación blanca en sus vías principales y ha tenido intervención del programa Adoquines en tres vías.

El cambio ha sido evidente, seis grupos se han vinculado al programa de Tratamiento Integral de Pandillas, gracias a ello, 24 jóvenes se convirtieron en  Gestores de Paz y Cultura Ciudadana, encontrando oportunidades de progreso diferentes a la violencia.

Ahora es más agradable estudiar en Lisandro Franky, allí se construye y se educa para la paz todos los días, con los programas pilares para el progreso social de la ciudad.

Geraldine Muñoz. 

 

 


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Fecha de publicación 20/02/2019
Última modificación 20/02/2019

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