En Cali, las monjas aprenden a conducir en la Secretaría de Movilidad

En Cali, las monjas aprenden a conducir en la Secretaría de Movilidad


Gloria Edith García es una mujer de 55 años, consagrada al servicio por los demás, tiene ojos brillantes y una sonrisa encantadora. Ella, luce con la devoción que así lo demanda, un hábito, una camándula en el cuello y una toga blanca en su frente, pero, pocos, se alcanzan a imaginar que esta hermana de la Congregación Casa de Belén, circula por las vías de Cali, al volante, hábilmente, de una motocicleta y que, además, ahora está ansiosa por aprender a conducir un automóvil.

Ella, junto a las hermanas Lady y Blanca Nidia, con los atuendos propios de su entrega y abnegación por Dios, se roban las miradas de algunos en la Secretaría de Movilidad de Cali, y es que no es usual ver en las instalaciones del organismo a unas monjas portando su casco, llaves en una mano y cuaderno en la otra, para registrar sus aprendizajes junto a los instructores de la escuela de conducción del organismo.

El Centro de Enseñanza Automovilística, CEA, de la Secretaría de Movilidad de Cali, es un espacio de formación de conductores bajo la orientación de profesionales que cuentan con reconocidas herramientas de educación y un moderno parque automotor y hasta allí llegaron las tres religiosas.

“Me recomendaron la escuela y pensé que sería excelente hacer el curso con ellos, además, porque tenía la seguridad sobre la obtención del certificado y de aprendizaje con personal especializado”, indicó la hermana Gloria Edith. 

La Congregación Casa de Belén, a la que pertenecen las hermanas, está dedicada al trabajo misional en parroquias y colegios, las largas distancias entre los distintos lugares las obliga ahora a movilizarse en grupo de forma permanente por Cali.

“Saber manejar carro es una necesidad, nos ayuda a ahorrar costos y nos facilita movernos en cualquier momento. Igualmente, la moto es un vehículo ágil y nos permite desplazarnos con mayor rapidez en nuestro trabajo evangelizador, pero siempre acatando las normas de tránsito”, aseguró la hermana Blanca Nidia.

Cada religiosa está realizando curso para una diferente categoría de conducción. La hermana Gloria Edith tendrá categoría C1 (vehículos especializados para servicio público), Lady Andrade A2 (cualquier tipo de motocicleta) y Blanca Nidia B1 (para automóviles, motocarros, camperos, cuatrimotos, camionetas y microbuses de servicio particular).

Con tono de asombro, la hermana Gloria Edith recordó que perteneció a otra comunidad, en la que “la Madre Superior nunca nos dejó aprender a manejar, muy de vez en cuando teníamos conductor. Pero nunca nos dio la razón y yo cada vez que tenía oportunidad le decía y siempre se negaba”.

Entre abril y septiembre de 2018, el Centro de Enseñanza Automovilística, CEA, ha capacitado a un centenar de aspirantes a obtener licencias de conducción, brindándoles formación integral en clases teóricas y prácticas, con intensidad horaria de 43 horas para motocicletas, 50 horas para automóvil y 65 horas para vehículo de servicio público.

En la calle se pueden encontrar conductores de todo tipo de características, pero siempre será una sorpresa, observar religiosas al volante y dando ejemplo de respeto y cultura en la vía.

“La gente poco me reconoce cuando voy en la moto porque llevo siempre una chaqueta y el casco, pero a veces me detallan y dicen: ‘ahí va una monjita’”, contó sonriente, la hermana Gloria Edith.

 

Laura Gálvez Ramírez


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Fecha de publicación 28/09/2018
Última modificación 28/09/2018

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