Los ABA destacan trabajos periodísticos que hacen parte de la historia contemporánea de la ciudad y la región: Leo Quintero

Los ABA destacan trabajos periodísticos que hacen parte de la historia contemporánea de la ciudad y la región: Leo Quintero


Con una experiencia superior a las cuatro décadas, Leo Quintero se constituye en uno de los decanos del periodismo caleño y vallecaucano, ganador de varios premios Alfonso Bonilla Aragón y exaltado por su trayectoria y contribución a la información e historia de nuestro país con la Medalla Toda Una Vida, analiza el desarrollo y la transformación que han tenido los medios de comunicación.

Leo Quintero quien empezó su trasegar periodístico por allá en 1975 en el  periódico El País, ha tenido un amplio camino por el mundo informativo que le han llevado a ser notario de la noticia en Radio Farallones y Radio Ciudad de Cali, emisoras que hacían parte del Grupo Radial Colombiano, luego ingresó a RCN con Alirio Mora Beltrán y desde 1980 conforma el grupo de periodistas de Caracol Radio, en donde es hoy el jefe de los servicios informativos en la capital del Valle.

El orgullo que dan los ABA

Sobre los premios Alfonso Bonilla Aragón, dijo que son los premios de periodismo más reconocidos en todo el suroccidente colombiano y unos de los más importantes del país. Subrayó: “tienen como connotación, que exaltan la calidad periodística en la ciudad de Cali y quien lo alcance o incluso haya sido nominado sabe que son de mucho orgullo”.

Al recordar las primeras ediciones de los ABA, donde solo se premiaba unas cinco categorías señaló que “ha sido una buena propuesta aumentar el número de premiados, toda vez que el periodismo como actividad ha cambiado y continuará haciéndolo en el mundo moderno”.

Anotó que “será deber incluso ampliar a más categorías y aunque el esfuerzo económico es complejo para la administración caleña, se debe hacer porque el periodismo ya no puede considerarse un mundo, sino un universo, con estrellas, estrellitas y estrellados”.

Este caleño, nacido en Tuluá, aunque no recuerda bien cuantos “Bonillas” ha logrado, si rememora con una mueca de satisfacción ese primer logro durante la segunda versión de estos premios que se idearan en los años de 80, para exaltar la memoria de visionario ciudadano, Alfonso Bonilla Aragón, en tiempos del alcalde como Rodrigo Escobar Navia y su jefe de prensa, Luis Eduardo Cardozo Estrada.

“Recuerdo mucho ese primer trabajo con el que gané, porque trataba del comienzo del Distrito de Aguablanca en el año 1981 y de lo que se avizoraba en su génesis como territorio urbano, sus necesidades en materia de infraestructura de servicios públicos, sus pobladores que en principio fueron invasores y como el gobierno local reaccionaba de cara a desarrollar el proceso de “aguablaquear” en esta capital”.

Quintero también destacó el premio alcanzado por hacerle la última entrevista a monseñor Alberto Uribe Urdaneta quien fuera arzobispo de Cali. Agregó que la última vez que participó fue cuando se ganó el Bonilla con el trabajo denominado “La Maldición de Bendiciones”, que consistió en el cubrimiento de la tragedia en Bendiciones, en la vía al puerto de Buenaventura.

Joyas periodísticas premiadas por las audiencias y lectores

Al ahondar en los premios Alfonso Bonilla Aragón sostuvo: “lo más importante para el gremio periodístico es participar, pues hay excelentes trabajos que merecen ser destacados y se convierten en verdaderas joyas no solo del periodismo sino de la historia contemporánea de la ciudad y la región, aunque resalta que el mayor premio lo da  la audiencia, los lectores y los televidentes que son a quienes el periodista se brinda con su trabajo.

Leo reconoce que su labor los ha puesto en situaciones en las que el llanto es inevitable, por rejemplo cuando cubrió eventos como el terremoto de Popayán y la tragedia del Charco Nariño, porque según dice, “la vida se comunica cuando se presentan situaciones tan complicadas como estas, pues los medios de comunicación tienen un proceso y el periodista tiene una función social que se extiende hasta contar, relatar, denunciar, describir y cuestionar, entre otros aspectos que llevan a que el rol humano se convierta en el de comunicador, lo que lleva a que se cuente con lágrimas, palabras, miradas, fotografías y grabaciones, lo que acontece”.

 “Hago un llamado a quienes son seleccionados para analizar los distintos trabajos, que observen para dónde va el periodismo en la ciudad de Cali y que ese mapa de la profesión que se confecciona con esas crónicas, reportajes, entrevistas, fotos e imágenes, a que hagan un diagnóstico que sirva para saber hacia dónde vamos y lo que hacemos y de ahí salga una gran recomendación para establecer qué tiene de bueno y qué tiene de malo el periodismo. Cuánto inciden las redes sociales en marco del periodismo, si se ha deteriorado la forma de hacerlo, si se ha lentificado o si tiene más propuestas, por ejemplo”, puntualizó Quintero.

Finalmente, Leo Quintero al visualizar a veinte años la profesión periodística, expresó que “los medios de comunicación tienen la gran tarea de luchar para no desaparecer, pues este mundo está cambiando de tal manera que lo que se conocía en el oficio hace una treintena de años, ya ha ido desapareciendo, tal es el caso de las cámaras de rollo, las grabadoras de casete y de carrete, por mencionar algo, aspecto evolutivo que también deberá ser contemplado dentro de los premios Alfonso Bonilla Aragón como propuesta de reconocimiento a este modo de vivir como cataloga al periodismo.

 

Gustavo Sánchez

 


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Fecha de publicación 12/06/2018
Última modificación 13/06/2018

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