Con un plantón, la comunidad caleña le agradeció al alcalde Maurice Armitage

La plazoleta del Centro Administrativo Municipal de Cali amaneció teñida de verde. Un grupo de cerca de 1.000 personas entre jóvenes, adultos y discapacitados de ambos sexos, portando camisetas y pancartas de gestores ambientales, se tomaron las afueras del CAM para respaldar la generación de empleo que viene dando el alcalde Maurice Armitage.

“Esto no es un acto político, ni una marcha de protesta. Es el respaldo que venimos a darle al Alcalde quienes hemos sido favorecidos con el trabajo que nos dio, pues es injusto que digan que está despilfarrando la plata en nómina, cuando la verdad es que la está invirtiendo en el mejoramiento de la calidad de vida de jóvenes en alto riesgo, adultos desahuciados para trabajar por viejos y madres cabezas de familia que no tenían ni para darle una aguapanela a su bebé” dijo Everth Niño, uno de los asistentes.

“Yo sé que para un político o para un periodista -que ganan tanta plata- entradas mensuales de $1’100.000 para ellos no es nada, pero para nosotros que vivimos sin trabajo estable y que no hemos tenido oportunidad de ir a una universidad, es muy buen pago. Les asusta es que somos 1.000 los que tenemos contrato con el Dagma y la Secretaría de Paz y esa platica sale de la Alcaldía, pero no les preocupa que sus amigos se gasten $40 mil millones para que unos cuantos digan que un señor X debe ser el que represente al partido Z. Eso sí es despilfarro”, asegura Betty Congote.

Jorge Montoya, conocido en el mundo del rap y el reggaetón como ‘Meyxer’ es uno de los beneficiados con el programa de inclusión social y generación de empleo de la Alcaldía en la comuna 1.

“Gracias a la gestión del alcalde, que tiene compromiso social, tenemos en la comuna 1 una reinserción de vida y un proceso de paz que se siente en Cali, al punto que en sectores como Terrón Colorado y El Realengo, contamos siete meses sin homicidios entre pandillas. Con ‘Meyxer’ coincidieron Jairo Gómez, de la comuna 1 y Elizabeth Beltrán, líder de la comuna 14 quien también ha visto cómo mejoró el problema de pandillas en su comuna por la apuesta que hizo Maurice Armitage.

De la comuna 15, Norman Hernández, también dio su testimonio al asegurar que a sus 71 años no había conocido un alcalde más humano que éste, pues no lo discriminó por su edad y gracias a él su familia siempre ha tenido un bocado de comida.

“Yo trabajo en el programa de erradicación de la hormiga arriera, donde estoy feliz así esas verracas me piquen hasta el alma”, dice Jenny Maritza Alegría, pues asegura que ya tiene más de 50 años y es la primera vez que le dan trabajo. De igual manera la madre cabeza de familia de la comuna 12, Leydi Castillo, destacó que a su bebé de tres añitos no le ha faltado nada por la oportunidad que le dio la Alcaldía.

Gustavo Adolfo Giraldo, del programa de educación ambiental, tiene cómo demostrar que esta Alcaldía no ha discriminado a nadie por ser joven, viejo, negro, blanco, indio o lo que sea. Lo que se está haciendo es quitarle personas a la delincuencia a través del trabajo y darles un mejor futuro. Yolanda López, de la comuna 2 se unió a este parecer, agregando que las cosas deben seguir como están y no hacerle eco a políticos y envidiosos que solo busca empantanar la buena imagen del alcalde para ellos mostrarse como los hombres del cambio, los salvadores, para pescar votos.

La discapacidad por poliomielitis que padece John Freddy Otálvaro, tampoco ha sido impedimento para que trabaje de sol a sol en el programa de Maurice Armitage. Madruga todos los días y sale de su casa en Alfonso López etapa 1 de la comuna 7. Sale con amor y entusiasmo porque en sus 36 años de vida siempre lo han discriminado porque a duras penas camina, pero ahora como gestor ambiental se siente útil ya que sostiene a su familia y mantiene ocupado.

“Mis hijos Gabriela, de dos añitos; Sebastián de cinco y Eliana, de siete; al igual que mi esposa Marlene y yo, no volvimos a aguantar hambre desde que el alcalde Maurice Armitage, me dio la oportunidad de trabajar en el Dagma como gestor ambiental”, asegura Luis Alberto, un analfabeta de 56 años que llegó del campo a buscar una oportunidad en Cali.

Según cuenta, recolectaba café y cultivaba la tierra en Caicedonia, pero dejó a su novia en embarazo y por eso la familia de ella lo amenazó de muerte y tuvo que traérsela para la capital del Valle. Le tocó cortar prado con machete, reciclar y cuidar carros. De caridad, en el Hospital San Juan de Dios le atendieron el parto de su hija y la cuna de la niña fue una caja de cartón llena de periódicos y una manta de lana para mitigar el frío, pues vivían en un cambuche a la orilla del río Cauca sector Petecuy.

Hace un año larguito, la vida le cambió. Recuerda que se acercó a unos señores: Armando Aristizábal y Santos Guerra, a preguntarles cómo podía entrar a trabajar a la Alcaldía, pues no tenía palancas políticas y no había votado por Armitage porque la cédula de él era de La Tebaida (Quindío). Cuál no sería su sorpresa al escuchar que no necesitaba nada de eso, que bastaba con demostrar ser buen trabajador, honesto y cumplidor.

A los 15 días lo llamaron del Dagma, le pidieron unos papeles y le asignaron funciones de poda, mantenimiento de zonas verdes y separadores. “Ahí supe lo que era pagar seguridad social, afilié a mi esposa y mis tres hijos, me los atienden, no les falta su chequeo ni su droga. Siempre trabajé a destajo y vivía al día. Esto es otra cosa, me siento ciudadano gracias a este Alcalde.

“Si eso es lo que llaman ser politiquero y malgastador de la plata, de aquí en adelante voy a votar por ellos, pues nadie desde un escritorio se da cuenta de las necesidades que pasamos los que nos partimos el lomo de sol a sol”, manifestó Luis Alberto en medio de vivas y aplausos para el alcalde de Cali.