Con acciones preventivas y disciplinables, Control Disciplinario Interno fomentó la transparencia en 2017

38 fallos emitidos, 890 servidores públicos orientados sobre el Código Disciplinario Único y capacitación de 320 ciudadanos en alianza con Prosperidad Social de la Presidencia de la República, es el balance que presentó el Departamento Administrativo de Control Disciplinario (Dacdi), en su rendición de cuentas 2017.

Al respecto, Gustavo Arboleda Delgado, director del Departamento Administrativo de Control Disciplinario Interno indicó que “siguiendo las directrices del alcalde Maurice Armitage, nosotros como Organismo tenemos la misión de realizar acciones preventivas y disciplinables, en las que en primer orden efectuamos capacitaciones en la Ley 734 de 2002 al servidor público de la alcaldía de Santiago de Cali y por primera vez al ciudadano, quienes en su derecho civil pueden manifestar su inconformidad o vulnerabilidad sobre las actuaciones, omisiones, irregularidades, incumplimientos, faltas o detrimento del patrimonio público por los funcionarios y los particulares que ejerzan funciones en la gestión pública”.

“Este 2017 desde la función de la vigilancia a la conducta de los servidores públicos, hemos capacitado a 890 funcionarios de siete Organismos y siete instituciones educativas  sobre prevención de conductas que van en contra de la función pública y en especial la Ley 734 de 2002. Además de 320 ciudadanos de los grupos de madres líderes de Familias en Acción, víctimas del conflicto armado y contratistas de la Secretaría de Educación y de Gestión de Riesgo”.

Agregó el director que “el Departamento desde lo misional hace un esfuerzo para que el tiempo de respuesta de los procesos disciplinarios se reduzca cada vez más, es decir a siete días de valoración y así lo avalan las cifras: 1.556 autos proyectados, 38 fallos emitidos, 27 sancionatorios, dos destituciones y 6.150 autos notificados”.        

El Dacdi para 2018 tendrá el reto de asumir la modificación de la Ley 734 de 2002 y Ley 1474 de 2011 que regulan en la actualidad la ritualidad del proceso disciplinario y que busca desplazar el procedimiento ordinario para dejar como único procedimiento el verbal, un cambio sustancial que  generará dos impactos relevantes para este Organismo.

Rosa Castillo Manjarrés