Dagma y sector empresarial unidos por una Cali, modelo en sostenibilidad ambiental

Con el propósito de hacer de Cali una ciudad modelo en sostenibilidad ambiental y competitiva en el contexto local y global, el Departamento Administrativo de Gestión de Medio Ambiente- Dagma, identificó la necesidad de difundir una Política Nacional de Producción y Consumo Sostenible en la ciudad y optimizar los procesos productivos de los distintos sectores empresariales existentes en esta capital.

Esta necesidad dio vida al Convenio Interadministrativo 0191 de 2017, celebrado entre la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC) y la Universidad del Valle, a través del Instituto Cinara. Este acuerdo construirá estrategias de gestión ambiental para reducir los diferentes impactos ambientales generados por los actuales modelos de producción empresarial en la zona urbana de Cali, así como promover el consumo sostenible entre los caleños, con la implementación de la Política Nacional.

La iniciativa impulsará el cambio de los patrones de producción y consumo de la sociedad colombiana hacia la sostenibilidad ambiental, con la implementación de acciones de Producción Más Limpia (PML) en las micros, pequeñas, medianas y grandes empresas. La PML se orienta a la reducción de los impactos generados en los procesos productivos, con la puesta en marcha de acciones preventivas que incrementen la eficiencia y disminuyan los riesgos sobre los seres humanos y el medio ambiente.

“A medida que las empresas disminyan el impacto ambiental de sus procesos de producción, automáticamente, los productos o servicios que ofrecen en el mercado serán más sostenibles”, precisó Inés Restrepo, coordinadora del grupo de Saneamiento Ambiental del Instituto Cinara de la Universidad del Valle.

Con el desarrollo del convenio, se han generado insumos e instrumentos que permitirán que el Dagma apoye las buenas prácticas ambientales empresariales.

Se seleccionaron cinco sectores prioritarios: salud, metalmecánica, estaciones de servicio, artes gráficas y alimentos y bebidas, se produjeron planes de reducción de impactos para estos sectores, así como propuestas tecnológicas para mejorar los vertimientos líquidos de las empresas.

“Nuestro deber no es solo controlar y sancionar, debemos trabajar para tener un Municipio más sostenible, así es como nos deberían medir las acciones ambientales, por como sube la sostenibilidad y, no tanto, por cuantas empresas se sancionan; por eso es fundamental el trabajo con el empresariado ya que permite mejorar sus procesos encaminándolos a buenas prácticas de consumo siendo ambientalmente sostenibles”, afirmó Claudia María Buitrago Restrepo, directora del Dagma.

En la próxima fase se implementarán las acciones propuestas y concertadas con las empresas, se brindará la capacitación y el apoyo necesario para que las acciones tengan impacto positivo sobre el medio ambiente.

Con la creación de una cultura de producción y consumo sostenibles entre instituciones públicas, empresas y consumidores, estas acciones son una decidida contribución a la competitividad del sector empresarial y al bienestar de la población caleña, en general.

Jennifer Dorronsoro Torres
Comunicaciones Dagma
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