De mineros a guardabosques

Muchas áreas de bosque que fueron amenazadas por décadas a consecuencia de la minería ilegal, hoy son protegidas por Nelly, una ex minera que ahora forma parte de este nuevo renacer, pues ahora en vez de cargar una pica para dañar el medio ambiente, la lleva para realizar siembras y labores de conservación en los predios del municipio administrados por el Dagma.

Como ella, ocho personas que anteriormente se dedicaban a labores de minería ilegal en la zona de los Farallones, ahora forman parte de grupos de Guardabosques a través del Dagma y Parques Nacionales.

Con el plan de choque firmado por el Consejo Municipal de Desarrollo Rural del año anterior, el Dagma a través de un proceso de selección, logró la vinculación de cinco ex mineros provenientes de la Vereda Peñas Blancas, quienes trabajaban en las minas del Socorro. Por su parte Parques Nacionales de Colombia, capacitó y vinculó a cuatro de ellos para realizar igualmente labores de control, vigilancia y conservación en esta zona de los Farallones.

Según Mónica Duque, Líder del grupo de Ecosistemas del Dagma: “Fueron ellos mismos quienes mostraron su interés por querer aportar a la conservación del Centro de Educación Ambiental “Quebrada Honda” ubicado en la cuenca del rio Cali y el Parque Natural Nacional Farallones de Cali.”

Ahora estos nuevos Guardabosques cumplen funciones puntuales que aportar al mejoramiento ambiental de este pulmón de Colombia, entre algunas de las actividades están el mantenimiento de la infraestructura existente, la poda de lugares frecuentados, adecuación de señalética, acondicionamiento de los linderos y la adecuación de los dos senderos ecológicos.

“Igualmente, este grupo fue capacitado sobre la biodiversidad que habita en esta zona del país para informar a los visitantes, quienes en su mayoría suben a realizar labores de ecoturismo, sobre los cuidados que deben tener mientras se encuentran dentro de estos predios, con el objetivo de no afectar el ambiente y las especies que aquí viven”, puntualizó José Manuel Díaz, Coordinador del Grupo de Conservación y Vigilancia del Dagma.

Estas labores han dado como resultado la recuperación de espacios que por muchos años estuvieron ocupados por la minería ilegal y que ahora hacen parte de un proceso de restauración ecología pasiva, es decir, alinderamiento total del predio con el fin de permitir la regeneración natural.

Además, el Dagma ha venido restaurando la zona de camping, una piscina de agua natural y una cabaña donde los guardabosques, así como profesionales y técnicos del Dagma y Parques Nacionales puedan llegar para realizar labores de investigación y seguimiento.

La autoridad ambiental del municipio reconoce el importante trabajo que han venido desempeñando estos Guardabosques, quienes dejaron sus anteriores actividades, que incurrían en el deterioro ambiental, para convertirse en vigías de vida.
Laura Isabel Moreno