Ruiseñores del Pacífico: arrullos para los milagros del Señor en el Petronio Álvarez

Ruiseñores del Pacífico: arrullos para los milagros del Señor en el Petronio Álvarez


Cali es la capital del Pacífico colombiano, en ella, se canta, se baila, se cocina, se mueve la economía y se extienden las raíces de toda la cultura del litoral. Esta ciudad se ha convertido en la precursora y gestora del festival más grande del país, el ‘Petronio Álvarez’, evento que anualmente realiza la Alcaldía de Cali, recorriendo más de 83 kilómetros para elegir las 47 agrupaciones que se presentan allí.

Una de las hijas del Petronio es la maestra Julia Estrada, oriunda del Charco Nariño-río Tapajé- pero su casa es Buenaventura.  A los 81 años, sigue arrullando con su voz y encanto, son casi dos décadas participando en el festival y llevando su tradición a todos los rincones de Colombia.

Su cabello largo y trenzado refleja años de sabiduría, sus ojos pequeños y ovalados transmiten dulzura y su “diadema de perlas plateadas” honoran su belleza. 

“Tengo 18 años de estar participando en el Petronio, es algo muy bonito y especial, son momentos que uno recuerda todas las raíces ancestrales y comparte con sus amigos las cosas bonitas, uno aprende de los demás y ellos de uno”.

Con su agrupación ‘Ruiseñores del Pacífico’ ha sido ganadora de la mejor voz y la modalidad de Marimba, además de ser homenajeada en la vigésima primera versión del este evento. Cuenta que participando en el Petronio Álvarez ha logrado mostrar lo que tiene, pues es cantadora y compositora.

Empezó a cantar arrullos por el niño Jesús: me enamoré de Él, yo le pedí al Niño Jesús que me hiciera el milagro con dos hijos que no sabía en dónde estaban, llevaba ocho años sin saber si vivían o morían. Sin saberlo, esta petición la llevaría a recorrer su herencia y ancestralidad.

Eso pasó en el mes del nacimiento del Niño Jesús y cumpleaños de unos de sus hijos­; diciembre, le trajo la alegría que tanto espera con la llegada de un par de cartas que anunciaban las buenas nuevas. “Mamá no se preocupe que estamos bien y muy pronto nos veremos”, -¡dichosa, lloré, estaba tan feliz!- exclamó la maestra.           

Uno estaba en Nicaragua y otro preso en México, y yo dije, ese milagro se me hizo patentemente porque todos dos me llamaron y yo hice esa promesa, que mientras yo viviera, yo tendría que cantar para Él y hablar de los milagros que ha hecho en mí, por eso, todos los años hago pesebre en mi casa.

Desde entonces y en honor a ese milagro nació la agrupación ‘Ruiseñores del Pacífico’. Yo pensé, voy a ponerle ruiseñores porque son unos pajaritos que arrullan al Señor y nosotros somos eso, unos pajaritos”, explicó la maestra entre risas y gozo.

Gracias a la esperanza y el milagro que cambió su vida, la cultura del Pacífico cuenta con una de sus grandes exponentes, por el arrullo al Niño Jesús, la maestra incursionó en el mundo de la música, a través de su Fundación Centro de Memoria, enseña canto y todas sus composiciones son especialmente para él.

Niño lindo, niño Dios

Niño del cielo bajo, ‘aeee’ ‘aaaaao’

Niño del cielo bajo y esta noche es noche buena

Noche de San Juan bautista y  el que tiene alguna pena

está noche se le quita.

‘Aeee’ ‘aaaaao’

Niño del cielo bajo

Yuliana Valencia Bermúdez

                                             


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Fecha de publicación 30/04/2019
Última modificación 30/04/2019

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