Encuentros de Gobernanza con la cultura salsera caleña

Encuentros de Gobernanza con la cultura salsera caleña


Música, espíritu, cadencia, color, lenguaje, cultura urbana, piel, tejido, memoria, territorio, conexión ancestral, palenque, barrio, lleca, aguaelulo, pachanga. Tumbao, guaracha, melao, melodía, danza, guateque, bomba, plena, son. Montuno, bugalú, shingalin, yambé, yenyeré, melomanía, coreografía, salseridad. Palabras que definen y que integran, gobernanza con  la salsa. Eso es lo que hay en la Sucursal del Cielo. ¡Ecuajey!

Cali es un crisol musical del Caribe y del pacífico, un trópico de ritmos fluyen por nuestra sangre musical, que se expresan en un ecosistema comunitario del baile, en un pentagrama salsero desde el lenguaje del cuerpo que nunca miente, cuando suena el tambor batá, porque como afirma el poeta bonaverense Medardo Arias: “La salsa es la manifestación más moderna de la música del continente americano. Percute en ella el birimbao de Río, la soca de las islas, el son de Oriente, la campesina guajira, la trompeta rota del carnaval santiaguino, la bomba y la plena de Puerto Rico, el jazz de Alabama, la cuita veracruzana, los ritmos todos de los pueblos mulatos allende el mar. En esta gran mazorca lírica se desgrana el delirio, la multiplicidad de una aventura musical que recorre todos los registros - también la sugerente boca pintada del bolero, el danzón y la habanera- para dejarnos su néctar, su esencia de guaguancó, su amplitud moruna que habla de la raza, de la historia, de las guerras y el tiempo”.

Oiga mi gente en Tabogo, pa’ que se preocupen, esto es lo que se conspira en Cali,  una ciudad de seres danzantes en cada esquina, en donde se baila de lunes a lunes sin importar si existe dinero en los bolsillos, porque nuestra cultura popular salsera de la calicalentura, está repleta de héroes como Jairo Varela, Piper Pimienta, íconos y leyendas urbanas como Evelio Carabalí, Jimmy Boogalo, Esmeralda Ramírez, Amparo Arrebato, himnos como Cali Pachanguero, Cali Ají,  y mitologías rítmicas, entre ilustres cantores, almas danzantes y espíritus melómanos que conforman un ethos narrativo que celebra la  vida en la capital de la memoria musical de la salsa. Ashé.

A esa cofradía que  comparte la sabiduría de la salsa, como una memoria plural, dinámica y poética  que nos  define frente al mundo, es a la cual, Adriana Olarte como coordinadora del XIII Festival Mundial de Salsa, ha invitado  a construir juntos este semestre con la Secretaría de Cultura, los encuentros de gobernanza con el sector de la salsa,  como  "una manera de romper paradigmas, de encontrarnos como ciudad, para ofrecer de verdad un festival bacano que integre a los coreógrafos, los adultos mayores, jóvenes y niños, con los maestros y maestras del barrio".

Durante cinco meses se realizarán en la ciudad, los encuentros de gobernanza como espacios de  formación de públicos y de integración de toda la comunidad salsera con el ecosistema cultural, con el objetivo de aprender y reconocer el estilo de baile caleño, y conocer sus orígenes y ritmos porque la Salsa, son las escuelas de baile y las familias caleñas aunando todo su esfuerzo para crear, gozar, bailar y vivir el sabor de una pasión por la alegría. La Salsa, es un ensamble de oportunidades para la ciudad que respira el aroma del cielo y contagia al mundo con su belleza, con su sabor y su goce infinito. La salsa, es un espacio para la familia caleña, vallecaucana, colombiana y del mundo.

Harold Pardey Becerra

 


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Fecha de publicación 16/09/2018
Última modificación 16/09/2018

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