La poesía es el espejo del alma: Hernán Vargascarreño

“Este es un momento muy grato para mi, porque soy educador y tengo la oportunidad de encontrarme en este recinto con un público infantil y adolescente, al que le podré narrar mis poemas, contándoles mi modo de ver el mundo y la belleza en la literatura, pues la poesía es el espejo del alma”

Con estas palabras el poeta santandereano Hernán Vargascarreño inició su intervención en el Festival Internacional de Poesía de Cali 2018, ante los estudiantes de las Instituciones Educativas La Merced y Simón Rodríguez, sede María Panesso una joven generación que recibió por primera vez un recital de poesía cargado de versos y rimas, que les presentó esta literatura como una realidad hermosa y divertida.

Contó Vargascarreño, “las lecturas abren ventanas para la vida y con este recital quiero decirle a los niños y jóvenes de la ciudad, que descubran el maravilloso mundo de la literatura, porque ellos son la inspiración de muchos de nosotros que queremos hacer la paz y no la guerra, como lo ilustra el título de mi primera publicación infantil: ‘El niño que no sabía jugar a la paz’ un libro que se plasmó en 2500 ejemplares y que fue ilustrado por el huilense Juan Perdomo”.

El encuentro tuvo su desarrollo en la Biblioteca Pública Municipal del Sena, un escenario embellecido con arreglos florales que complementaban el verde natural de dos grandes samanes y un guayacán de los exteriores del recinto literario, una escenografía que no podía desentonar frente a los recitales de los poetas Elvira Quintero, Omar Ortiz, Alfredo Vanín y Hernán Vargascarreño.

En el recital Timbiquí y Guapi dijeron presente de la mano de Alfredo Vanín quien no dudo en contarle a su público sobre el origen de sus obras, unas experiencias propias de un amor adolescente “De mi época de juventud no puedo dejar de recordar las veces que le escribí versos a mis novias, ellas siempre me pedían que les leyera lo que me inspiraban pero nunca pude entregar en físico mis escritos, algo que aún me roba pensamientos y nostalgia. Hoy he venido para contarles de modo divertido y participativo mis poemas, porque la poesía es un arte, es una manera de crear y aumentar realidades, posibilitando el acceso a significados que no conocíamos de la vida pues nuestra musa es la realidad”.

Entre los asistentes se encontraba Isabella Rico Colonia de la Institución Educativa La Merced, una joven adolescente a quien le brillaba la mirada y no dejaba de sonreír al escuchar a estos grande poetas declamar las lindas composiciones literarias que les ha dejado el sentimiento más grande de la humanidad, el amor.

Rosa Castillo Manjarrés