Un elefante caminó por Potrero Grande

El olor a pasto recién cortado aromatizaba la función en el barrio Potrero Grande, son las 7:00 pm y alrededor de 100 niños se encuentran listos en sus sillas para observar la película “Un caballo llamado elefante”.

El proyector transmite las primeras imágenes, la pantalla adquiere vida y con ella una aventura cinematográfica empieza gracias al 9 Festival Internacional de Cine de Cali, que en el marco de las actividades descentralizadas, llevan el séptimo arte a la Calle 124.

Una vía que presencia la obra del director Andrés Waissbluth, y aunque su apellido para la comunidad sea impronunciable, su lenguaje audiovisual si es entendido, de esta manera las emociones de la película llegan a cada uno de los asistentes y el adquirir simpatía por uno u otro personaje no se hace esperar.

La película avanza y se pone más emocionante, los niños y niñas aplauden cuando algún suceso del filme es de su agrado, la posibilidad que los protagonistas tengan éxito en sus intenciones a veces aumenta y a veces disminuye, y con ello las emociones del público cambian rápidamente.

Elefante se acerca a su libertad, y esa posible libertad, libera muchas sonrisas; la película entra en su recta final y la trama ha cautivado al público, un final emocionante se desarrolla en la pantalla y los ojos de los asistentes atentos en ella, siguen cada movimiento de los actores, por un momento la actividad de la calle pareciera no ser percibida pues su ser se encuentra inmiscuido en el lenguaje cinematográfico, llegan los créditos y con ello llegaron los aplausos y los gritos de que se repitiera nuevamente.

Los niños extienden su mano a aquellas personas que hicieron posible la proyección, el colectivo Cine Pal Barrio recibe con agrado el cariño de la población, inicia el desmonte de los equipos y queda el agradable sabor de un trabajo bien hecho.

Equipo de comunicaciones

9 Festival Internacional de Cine