Las duras condenas contra victimarios de violencia de género dan confianza a las mujeres para denunciar

Recientemente se conoció la condena de 41 años y seis meses de cárcel por el feminicidio de Yuri Vanessa López Quijano, su feminicida era su excompañero: Rodrigo Camacho Barrios, quien le quitó la vida después de que ella terminó con la  relación sentimental que sostenían.

Ante la noticia de la condena, la subsecretaria de Equidad de Género, Ana Carolina Quijano indicó que la importancia de este resultado de la Fiscalía radica en que esta condena sirve de precedente judicial pues permite que las mujeres víctimas de violencias de género se decidan a denunciar.

Casos como este, en el que a las mujeres les quitan la vida por tomar sus propias decisiones, se están repitiendo cada vez más seguido en nuestro país y en nuestra ciudad. Desde la promulgación de la Ley Rosa Elvira Cely, 2015, en la que se reconoce el feminicidio como delito, cada vez se visibilizan más los casos de muertes a mujeres por su condición de género y lo que se ha evidenciado, además, es la contundencia de las armas empleadas para cometer los crímenes.

En Cali, entre 2016 y 2018 se han venido incrementando los casos de feminicidios de forma sostenida, un panorama que lejos de ser alentador insta a la administración municipal a seguir tomando acciones contundentes para evitar la muerte de mujeres por su condición de mujeres. Sin embargo, los esfuerzos que se realicen desde la institucionalidad no son suficientes si la sociedad civil: hombres y mujeres, organizaciones, empresas, entre otros, no asumen las violencias contra las mujeres como un problema que se presenta en todos los sectores sociales y que es posible prevenir estando alertas y entregándole a las mujeres víctimas de violencias de género las herramientas suficientes para el restablecimiento de sus derechos y la condena efectiva de los agresores.

La responsabilidad social es compartida: los médicos que atienden mujeres con indicios de violencia de género tienen una obligación ética y social de activar la ruta y las EPS deben responder de acuerdo con las leyes vigentes. Así mismo, las redes de apoyo de las mujeres cuando identifiquen síntomas atípicos en el comportamiento de las mujeres deben indagar y actuar y no juzgar a las mujeres que están viviendo estas situaciones, pues la violencia, en cualquiera de sus tipos, es tan poderosa que hay un miedo por la vida misma y que hace que la mujer bloquee las acciones que la puedan poner en salvedad.

Que se empiecen a generar condenas por este delito es un hito importante en la lucha por los derechos de las mujeres y desde la Alcaldía de Maurice Armitage se seguirá trabajando para lograr una ciudad libre de violencias contra las mujeres.