Amasando pan, reconstruyen sus vidas fuera de la calle

Luis Fernando Gutiérrez y Héctor Grisales son los panaderos de “Samaripan” la panadería de la Fundación Samaritanos de la Calle, que abrió sus puertas en febrero de este año para ofrecer la opción a habitantes de calle en proceso de resocialización, de capacitarse en un oficio y tener un empleo.

Para los dos ex habitantes de calle la panadería ha sido un impulso para abrirse puertas en el mundo laboral y de sentirse productivos. “Uno mantiene ocupado y espero no quedarme toda la vida aquí, queremos más adelante, que nos contraten en otras panaderías, por ahora estamos haciendo las cosas bien” puntualizó Luis Fernando, quien fue habitante de calle durante 16 años y comenzó el proceso de resocialización en el Hogar de Paso Sembrando Esperanza el año pasado.

Héctor Grisales es el ayudante de la panadería, resalta que él es ex habitante de calle y que trabaja día a día para no retroceder en su objetivo, que es aprender todo lo concerniente a la panadería. Conoció de la calle durante 30 años y consumió todo tipo de sustancias sicoactivas, hoy no habla de nada de ese oscuro mundo, sino de masa hojaldrada, de chicharrones y de lo bueno que les resulta la fórmula del pan coco.

La dotación de la panadería fue donada por la Lonja de Propiedad Raíz, los materiales los aportaba la Fundación y hoy por hoy el negocio es auto sostenible, “la idea es que puedan mejorar su calidad de vida y propiciar una inclusión laboral. Este ha sido un camino de aprendizaje desde que empezó y desde entonces han adquirido muchas habilidades”, explicó Carol Tascón, terapeuta ocupacional de la Fundación Samaritanos de la Calle.

Esta es una de las actividades que hacen parte del proceso de resocialización para habitantes de calle que promueve la Secretaría de Bienestar Social a través de la Fundación Samaritanos de la Calle.

La panadería cuenta con todos los protocolos de seguridad, los implementos son impecables y la zona es constantemente aseada, adicionalmente los panaderos trabajan con tapabocas, cofia y guantes cuando se requiere.

Actualmente, la Panadería Samaripan provee los desayunos y refrigerios de la Fundación, también vende el pan a la empresa DASA que es la encargada de la comida de los participantes en Samaritanos.