El exentrenador de tenis que busca restaurar su vida para volver a las canchas

El exentrenador de tenis que busca restaurar su vida para volver a las canchas


Hace tres meses que Orlando Marín se vio en un espejo después de muchos años, cuenta que en el baño de un autoservicio cerca de donde el dormía en la calle, lloró solo cuando la imagen que vio fue de un hombre sucio, de pelo enredado y largo, barba y ropa vieja, nada había quedado del entrenador, atlético y jovial de la liga de tenis que le daba clases a  personalidades de la región. 

“Por eso yo digo que mi vida cambió aquí en el Hogar de Acogida en Santa Elena, ese ejercicio del espejo lo hizo la sicóloga Lorena y a mí me dio temor mirarme en frente de todos, pero le prometí que yo lo iba a hacer y cuándo sucedió sentí tanta tristeza, ni me conocí, la cara la tenía totalmente chupada, era otro”, expresó Orlando. 

El entrenador de tenis a los 32 años no pudo soportar el abandono de su esposa y su hija, se fueron para España con la promesa de que reunirían allá pero eso nunca sucedió, entonces se refugió en el alcohol, luego vino la marihuana y el bazuco, “el apartamento y hasta mi ropa me la fumé toda en un momentico, salí de la olla en pantaloneta y en chanclas, de eso ya hace 20 años”, cuenta Orlando Marín. 

Gracias a la invitación de una de las profesionales del Hogar de Acogida de Santa Elena, asiste allí hace tres meses, participa de los talleres, su autocuidado es óptimo y las sicólogas destacan su voluntad y progreso, “La sicóloga Helen me vio tirado en un parque, me dijo que viniera que aquí me ayudaban, y así ha sido, no he vuelto a consumir desde que vengo, hago uso del dormitorio y ya hasta me vi con mi familia, que es un gran logro”, puntualizó Orlando. 

El abuso de la droga le ha dejado daños neurológicos pequeños pero a sus 53 años sigue siendo activo, dice que donde dormía antes, vieron su progreso y lo dejan realizar labores de aseo a la zona, la cual le pagan diariamente, “ahora no pienso en ningún trabajo con el deporte, tengo que restaurarme bien para poder brindar de lo que sé, me gustaría trabajar algo relacionado con la educación, quiero dejar claro que la droga no me hace falta, caí porque no superé los problemas afectivos, y aquí me sacaron de eso”.   

Orlando es una de las 130 personas que diariamente asiste al Hogar de Acogida en Santa Elena, donde profesionales atienden a habitantes de calle con talleres terapéuticos y sicosociales, en el lugar también encuentran servicios de autocuidado, comida y dormitorio social. 

 

Elizabeth Vernaza Martínez


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Fecha de publicación 05/09/2018
Última modificación 05/09/2018

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